Una reyerta entre internos en la cárcel de Coronda y un fuerte disturbio en un sector del penal de Las Flores -ambos de la provincia de Santa Fe- finalizó con cinco muertos, dos de ellos calcinados. La noticia fue confirmada esta mañana a Infobae por el secretario de Asuntos Penales de Santa Fe, Walter Gálvez.

Los motines se produjeron durante la tarde de ayer y se iniciaron “de manera simultánea”, según indicó el funcionario provincial. Los internos reclamaban mayores medidas de prevención por el coronavirus y situaciones de hacinamiento. En paralelo, sin conexión aparente, otros presos se rebelaban por las condiciones de encierro de cara al cierre de visitas en el pabellón 2 de la Unidad N°54 de Florencio Varela y en la alcaidía del penal de Batán, donde hubo heridos leves luego de que guardias penitenciarios tuvieron que usar la fuerza tras agotar el diálogo.

“Lo llamativo es que se dieron en el mismo momento. Creemos que hay un poco de todo en las motivaciones”, consideró Gálvez. “En Coronda hubo unos 300 amotinados y se pudo regularizar rápidamente. Lo que lamentamos enormemente es que se destruyeron los talleres de sastrería donde se estaban fabricaban los barbijos, las cofias y todo lo necesario para esta emergencia".

El conflicto en la cárcel de Las Flores fue más duro y se extendió hasta altas horas de la madrugada del martes. La unidad penitenciaria había quedado prácticamente fuera de control.

“Ahora está tranquilo. Estamos tratando de regularizar la cárcel, se retomó la conducción del penal a las 3 y media de la mañana, ahí tuvimos dos fallecidos. Habíamos perdido el control de cinco a seis pabellones, con cerca de 700 amotinados. Ahora estamos haciendo el recuento”, consideró el secretario de Asuntos Penales. “En este momento hay una tensa calma”, agrego en diálogo con radio La Red.

Los dos internos en el penal de Las Flores murieron calcinados, mientras que el de Coronda falleció cuando era atendido en la unidad de terapia intensiva, tras ser trasladado a un hospital. Los enfrentamientos dejaron además dos heridos de gravedad. Otros dos en Las Flores fueron trasladados al hospital Cullen, donde fallecieron, según apuntó Gálvez a este medio.


La tensión creciente en los penales de Santa Fe y en otras dependencias del país emergió por una combinación de factores de largo aliento y por la situación excepcional que trae aparejada la pandemia. Además del histórico hacinamiento -situación que viene siendo advertida desde el Gobierno nacional- la suspensión de las visitas y los rumores de posibles excarcelaciones sirvieron como caldo de cultivo de las protestas. Los detenidos también aseguran que el cierre de las visitas implicó una falta de comida y que lo que proveen las autoridades carcelarias es incomible o insuficiente.

“Hay un poco de todo. Circuló también que no se podía entrar los paquetes o que habría más prisiones domiciliarias. En Las Flores, influyó enormemente la toma de la farmacia", indicó Vázquez. Según el gobierno provincial, la ocupación de esa dependencia en la unidad penal facilitó el acceso para el consumo de alcohol y drogas, lo que provocó que la negociación se vuelva inmanejable, con una irrupción a la farmacia del penal.

Marcelo Sain, el ministro de Seguridad provincial, llegó ayer por la noche a ambos sitios para ser parte de las negociaciones de pacificación a pesar de que su cartera no está a cargo de los penales santafesinos.