Un automovilista en estado de ebriedad atropelló a un joven de 19 años llamado José Alejandro Calle y lo dejó al borde de la muerte. El joven anoche continuaba internado en el Hospital Rawson, muy complicado por las graves lesiones que sufrió en la zona de la cabeza, mientras que el conductor, identificado como Fabián Ahumada (42), quedó detenido en los calabozos de la subcomisaría Villa Hipódromo. El control de alcoholemia arrojó que tenía 1,50 gramos de alcohol por litro de sangre, tres veces más que lo permitido, dijeron fuentes policiales.
El hecho ocurrió alrededor de las 23,30 del último viernes, en el interior del Lote Hogar 32, a unos metros del cruce de las calles Magallanes y Recabarren, en Rawson. Calle había ido hasta allí junto a su amigo Pablo Tello a comprar pan de hamburguesas para el local de comidas que tiene el padre de Tello en la Villa San Damián, también en Rawson, donde la víctima trabaja como delivery.
"Fuimos en mi moto y cuando llegamos nos paramos a un costado de la calle, en el cordón. Yo me bajé a comprar y él se quedó parado al lado de la moto, esperándome. Al ratito escuché el ruido. El bestia ese dobló con todo, en vez de encarar por el medio se fue por la orilla y no frenó. Mi amigo voló como siete metros", dijo ayer Tello, muy consternado y sin poder sacarse de la cabeza el horrible momento: "Le salía sangre por toda la cabeza, estaba inconsciente, no me respondía cuando trataba de hablarle. Yo la verdad que no sabía qué hacer, lo veía ahí tirado y se me pasaban mil cosas por la cabeza, no entendía bien lo que estaba pasando, fue un momento muy feo".
Según datos policiales, Ahumada circulaba por Magallanes en su Peugeot 206 y cuando giró por Recabarren se abrió mucho y no pudo hacer nada para evitar impactar a Calle. "El tipo se bajó y no podía estar parado del alcohol que tenía", afirmó Tello, un poco más tranquilo que Roberto, padre de la víctima, que ayer no podía aguantar la bronca contra el conductor del auto: "Es un hijo de mil p…".
Calle es el mayor de 4 hermanos y muy querido por toda su familia, que ayer aguardaba novedades en la guardia del Hospital Rawson. Por la mañana lo operaron para tratar de frenar la hemorragia en su cerebro, mientras que también evaluaban intervenirlo por líquido en uno de sus pulmones. "Está grave, es la realidad, no queda otra que esperar", se resignó el padre del muchacho.