El juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h) condenó a 3 años de prisión en suspenso (sin encierro) a una mujer de 36 años por 6 casos de estafas contra jubilados, cometidos entre 24 de julio y el 17 de octubre de 2018. La mujer, Irma del Rosario Calívar, dopaba a los ancianos con medicamentos (una de ellos pasó 8 días internado por un efecto adverso) a los que atacaba a la salida de los bancos donde cobraban su jubilación y así les sustraía el dinero. En total logró 67.491 pesos, según consta en el expediente.
Calívar había llegado a juicio con prisión domiciliaria, monitoreada con pulsera electrónica, que el juez Caballero Vidal ordenó sacarle luego de su fallo, dijeron fuentes judiciales.
El modus operandi de Calívar era sencillo. Llegaba a la sucursal bancaria de calle Las Heras, su principal centro de operaciones, simulaba una espera como cualquier cliente, entraba en conversación con sus víctimas y, a la salida, tras una larga espera, les ofrecía un café que los incautos no resistían. Y así caían en la trampa.
El 23 de octubre del año pasado, uno de los ancianos la vio en la misma zona, avisó a la Policía y la mujer cayó, con prueba clave en su contra, como los fármacos que usaba, algunos recibos de sueldo de sus víctimas y hasta el anillo que le sustrajo también a uno de ellos.
Acorrolada por la evidencia, aceptó cumplir 3 años en un juicio abreviado, que el magistrado aceptó, aplicándole el mismo castigo pero en suspenso y fijándole reglas de conducta, indicaron.