El tatuador Emilio Sebastián Fernández (37) fue condenado ayer a 8 años de cárcel por tres delitos que él admitió haber cometido: haber privado ilegalmente de su libertad a una joven que era su pareja, agrediéndola y atándola con una cadena y candados en casa. Y haber perpetrado dos ataques sexuales a jovencitas que tenían 16 años y a las que engañó con un sorteo por Facebook de un tatuaje gratis. A una de ellas la obligó a mantener relaciones sexuales y a la otra a realizarle sexo oral como modo de pago de los tatuajes que les hizo, indicaron fuentes judiciales.
El delito cometido contra su expareja fue cometido el 22 de enero de 2016. Y los ataques sexuales con el falso sorteo fueron denunciados el 29 de abril y el 2 de mayo de 2020, respectivamente. Tan complicado estaba en esas causas que, al llegar a juicio decidió acordar un juicio abreviado con la fiscal Marcela Torres, salida que fue ratificada ayer por el juez Víctor Hugo Muñoz Carpino (Sala I, Cámara Penal) con una condena.