El exintendente caucetero Julián Gil escribió un mensaje en su cuenta de Facebook para despegarse del escándalo de su hermano Marcial, acusado de montar una carnicería ilegal en la que comercializaba carne de dudosa procedencia.

"No se puede manchar la imagen de dos personas que nada tienen que ver en cuestiones de otros", se quejó el exfuncionario, haciendo referencia a su nombre y al de su esposa, Carina Solar, que en los últimos días también fue blanco de especulaciones y memes en redes sociales.

Para Julián Gil, se trata de una "maniobra política desmesurada" que su nombre y el de su esposa estén vinculados al escándalo de la carnicería. Y dijo que son "cuestiones que no nos atañen, que nada tenemos que ver y que si existieran tienen a los responsables identiicados y es la justicia la que determinará con ellos en esas cuestiones".

El espaldarazo de Julián a su esposa llega en un momento de importancia, ya que él se corrió de una posible candidatura para las elecciones del año que viene para cederle el lugar a ella. En ese sentido, Solar ya lanzó su campaña y viene trabajando con intenciones de arrebatarle la intendencia a Romina Rosas, actual mandataria.

Cuando Julián Gil denuncia que su nombre y el de su esposa están siendo "manchados", se refiere principalmente a que en redes les hicieron memes y lanzaron graves especulaciones. Una de ellas, por ejemplo, indica que el equipo de Solar utilizó carne de caballo en la comida que preparó para llevar a habitantes de bajos recursos.

Cabe recordar que Marcial Gil se desempeñó como Jefe de Compras durante la gestión de su hermano. Su esposa, Paola Cepeda, actualmente es concejal de la oposición. Si bien entró como parte del partido de su cuñado Julián Gil, luego rompió filas con él y públicamente se muestran enemistados.

CARNICERÍA CLANDESTINA

Marcial Gil (46), hermano de Julián Gil, recuperó ayer la libertad tras la detención del pasado viernes, cuando la Policía lo allanó en Caucete y descubrió que había montado una carnicería ilegal y le secuestró dos armas de fuego.

El sospechoso había sido apresado por el hallazgo de esas dos armas, una escopeta calibre 16 y un rifle calibre 22, por las que se le inició una causa en el fuero de Flagrancia. El juicio será el 18 de este mes.

Pero la causa abierta en Flagrancia no es la única acusación a la que se enfrenta el hermano del exintendente. La jueza de Paz de Caucete, Luciana Salvá, lo tiene en la mira por la presunta carnicería clandestina que montó en el predio donde hay un hotel alojamiento en construcción, en La Plata y Rastreador Calívar (frente a la Bodega Arenas). 

Unos 430 kilos de carne que podrían ser de caballo, balanzas, ganchos, freezers, máquinas moledoras, bolsas y otros elementos de carnicería le secuestraron al hombre el pasado viernes. Los pesquisas de la Policía Rural tenían el nombre de Marcial Gil entre ceja y ceja por presunto cuatrerismo. Cerca del mediodía de ese día, los investigadores se apostaron en las inmediaciones donde funcionaba la supuesta carnicería clandestina y la primera certeza llegó cuando interceptaron allí cerca el auto Renault 9 de un hombre que dijo ser de Rawson y que admitió que había salido del "local" de Gil. En el baúl, sin ninguna medida sanitaria, llevaba aproximadamente 70 kilogramos de carne que, según explicó, le habían vendido en ese lugar sin entregarle ningún comprobante o factura. Para peor, el hombre rawsino reveló a los pesquisas que la carne no era de vaca, sino de caballo, y les dijo que luego era mezclada con grasa y vendida a puestos de comida callejera.

Cuando los policías irrumpieron en el "local" estaba Marcial Gil con sus dos hijos mayores de edad. El hermano del exintendente nada pudo decir para justificar tremenda actividad ilegal. Según fuentes judiciales, además de que el comercio no está declarado ni inscripto como corresponde, no contaba con medidas de seguridad ni mucho menos sanitarias. 

Los aproximadamente 430 kilos de carne estaban congelados en varios freezers. Personal especializado en bromatología no pudo especificar en el lugar si se trataba de carne de caballo, por lo que se mandó a analizar y ese resultado aún no está, indicaron las fuentes del caso. 

La hipótesis de los investigadores es que hasta ese local llegaban comerciantes de casi toda la provincia, indicaron. Y que Gil faenaba los animales y les vendía la carne.

LOS MEMES