La mujer tomaba algo de fresco, relajada en su casa. Su marido se distraía otro tanto antes de ir a la cama. Eran como las once y media de la noche del martes, cuando la tranquilidad trocó de un rato para otro en un momento violento: tres sujetos con los rostros cubiertos irrumpieron por la casa luego de trepar una tranquera del frente y entrar por la puerta principal que había quedado sin llave. Y todo se complicó para ese matrimonio de 73 años: para que no quedaran dudas, uno de los sujetos lastimó a golpes la cabeza del dueño de casa, que es comerciante, y le exigió el dinero. Otro de los delincuentes se encargó de amenazar a ambos con un cuchillo, mientras les ataban las manos con precintos.

Según fuentes policiales, esos episodios salientes incluyó el atraco contra Néstor Tomsig y su esposa Dina Pérez en la noche del martes.

Al parecer, los delincuentes sabían que el hombre contaba con los $200.000 que tenía un mueble ("danos la plata, sabemos que la tenés", le dijeron) y también que la vivienda contaba con cámaras de seguridad.

"Actuaron como profesionales porque en ningún momento se descubrieron los rostros y actuaron con guantes de látex para no dejar huellas. Además, les robaron también dos teléfonos que luego arrojaron cerca de la casa, igual que el cuchillo que tenían", contó ayer un jefe policial.

Según voceros policiales, el dueño de casa y su esposa nunca escucharon llegar ni marcharse ningún vehículo, pero suponen que los ladrones debieron movilizarse en alguna moto o auto que pudo esperarlos a la distancia.

Cuando el dueño de casa constató que ya se habían ido, partió a la casa de un hijo que vive cerca de la suya en Prolongación General Acha, al Sur de Calle 13, en Pocito, precisaron. Ese hijo se comunicó con el 911, pero cuando los uniformados llegaron al lugar no pudieron dar con ningún sospechoso.