Sin consuelo estaban ayer los familiares de los chicos fallecidos

Era habitual que Santino se quedara en la casa de su prima Alma, en Concepción, Capital. Ambos tenían 14 años y además del parentesco, eran compañeros de secundaria y muy amigos. El ritual de la visita comenzó el viernes y terminó siendo el último para ambos: dormían en una misma habitación cuando los sorprendieron los silenciosos y letales gases de una combustión en el comedor de la vivienda, que trocó en llamas cuando ya nada se podía hacer. A eso de las 5,45 de ayer, los Bomberos recibieron los desesperados llamados por un incendio en el 1745 Norte de Mendoza, a metros del Cuartel Central, en Concepción, Capital. Llegaron enseguida, pero para entonces la tragedia estaba consumada.

Sarmiento Molina era el apellido de Alma, la única hija de Romina Molina, que vendía artículos de limpieza, contó ayer su hermano Marcos, el padre de Santino y de otros cuatro chicos. "Cuando llegué, sobre las 6 (de ayer) los vi tirados en el piso, ya nada se podía hacer… es increíble todo esto", alcanzó a decir, quebrado por la pérdida.

Anoche, el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, tenía una certeza: el resultado de la autopsia reveló que la causa de muerte de los primos fue asfixia con el humo tóxico del siniestro, pues en su cuerpo no tenían signos de violencia, dijeron fuentes judiciales.

Sus decesos elevaron a 15 los casos de chicos muertos en los últimos 10 años. Y representan la segunda mayor tragedia en 2 años: el 19 de agosto de 2020, murieron un exfuncionario de Rawson, Germán Navas (72), y su hijo Rubén (44).

Lo que el fiscal Riveros y sus ayudantes fiscales Roxana Fernández y Sebastián Gómez deberán esperar, es el resultado de las pericias de bomberos para saber con precisión cómo se generó ese siniestro doblemente letal.

El calefactor que, al parecer, tomó contacto con el cable del equipo de aire acondicionado originando el siniestro.

 

Había una hipótesis firme: un hecho accidental, originado en un cable de un equipo de aire acondicionado que pendía sobre un calefactor a gas y que pudo incendiarse al entrar en contacto con el calor de ese aparato. Cuando hubo llamas, se propagaron enseguida por las paredes y techo de machimbre de la vivienda, que resultó muy dañada.

Ayer suponían que las llamas no se originaron enseguida y que primero ocurrió una suerte de lenta combustión con despido de gases, que se coló a la habitación de los menores (al parecer dormían con la puerta abierta) y no les dio chances de reaccionar.

Según voceros del caso, la pareja de la dueña de casa, Fernando Mazziotti, sacó a Santino fuera de la vivienda. Y allí le practicaron ejercicios de reanimación, igual que a su prima, pero ninguna de esas maniobras sirvió para salvarlos.

 

Víctimas. Alma Sarmiento Molina y Santino Molina eran primos y muy amigos. Decenas de familiares, amigos y compañeros quedaron muy dolidos por sus pérdidas.

 

 

  • En los últimos 10 años 40 muertos, incluidos 15 chicos

En los últimos 10 años, los incendios costaron decenas de vidas: un relevamiento periodístico reveló que fueron al menos 40 las personas que fallecieron a causa de ese tipo de siniestros. De esos registros, se desprendió también que 15 de esas víctimas fueron menores y que el de ayer fue el cuarto caso en que la tragedia afectó por partida doble.

ANTECEDENTES

*02-07-2018. Ese día ocurrió la tragedia más grave en casi 20 años por un incendio en San Juan, pues fallecieron una mujer, su hija de 16 años y su hijo de 9. Ocurrió en un dúplex de la manzana F del barrio UDAP II, en Rivadavia. Las pericias revelaron luego que se originó por ropa que dejaron secándose en una estufa, informó la Policía.

*08-06-2013. Aquel sábado falleció una nena de 3 años que había quedado gravemente lesionada por el calor y las llamas que, dos días antes, arrasaron con el rancho de su madre en el asentamiento San Expedito, en Marquesado, Rivadavia, terminando con los días de su hermanita de 5 años.

*05-08-2012. Ese día un joven se fue a bailar con su pareja y dejó a su nena de 6 años y su hijo de 4, encerrados con llave en su casa del barrio Neuquén, en Rawson. La casa resultó una trampa mortal para ambos niños cuando se desató un incendio a causa de una estufa.