"Es todo mentira lo que se ha dicho", arranca A.F.G (39), visiblemente enfurecido. Está sentado en la mesa del comedor y a su izquierda se encuentra A.I.D (38), su pareja, quien a decir verdad habla poco pero no tiene reparos en asentir cada frase que él emite. Ella es quien hace días estuvo en boca de gran parte de la provincia y en la órbita de varias áreas de la Policía que se abocaron a su búsqueda porque supuestamente estaba desaparecida.

"Nunca estuve desaparecida, yo me fui", se ataja la mujer, oriunda de la localidad sarmientina de Cañada Honda. El quiebre fue en la mañana del 7 de diciembre último. A las 11.15, a A.F.G le llega un whatsapp. Era una de sus hijas, de 18 años, quien ahora vive con el novio. "Papi yo le quiero decir algo, no sé cómo lo va a tomar usted… antes de que se entere por otra boca le voy a decir yo, me quedé embarazada pero yo lo busqué porque me quería olvidar de todo aquello que me pasó cuando era pequeña. Nunca me animé a contarlo pero ya que le escribo este mensaje le voy a contar…", empezaba el texto en el que revelaba que cuando tenía 6 años "el hermano de la mami" por primera vez abusó de ella manoseando sus partes íntimas. "Me tocaron mi vagina cuando era una nena", dice el mensaje, al que le agregó varios emoticones de tristeza. Casi sobre el final le escribe: "Tengo tanto dolor que de tan sólo acordarme de lo que me hicieron lloro como una niña pequeña porque llevé esto en mi pecho muchísimos años. Hoy sólo quiero que me perdone por no decirle "papá estoy embarazada" y por no contarle lo que me sucedió cuando era una nenita. Te amo muchísimo".

Eso cayó como un baldazo de agua fría. "Cuando me llega el mensaje lo leo completo, se lo paso a ella (a su esposa) para que lo mire y empezamos a discutir, pero muy bajo. Yo le digo: "¿pero a vos te parece lo que ha hecho tu hermano? Te voy a pedir que te vayas de mi casa hasta que arreglemos las cosas". Fue como un acuerdo tipo: "mirá viejo, andate de mi casa que voy a pensar las cosas y después vamos a hablar". Le pedí que me dejara solo, que se fuera a lo de algún pariente pero que me dejara solo. Yo la verdad en ese momento no sabía que ella no estaba al tanto de esto. Pero no hubo ningún maltrato, jamás hubo violencia, solamente hablamos, nunca la golpeé ni nada. Estaban también mis otros hijos y si hubiese habido alguna agresión hasta ellos podrían haber abierto la boca", excusó el hombre. Cuando él repite que nunca hubo violencia, ella marca más la cabeza para asentir. En un momento se toca los brazos y larga, entre risas: "Ni un rasguño tengo".

"Yo a él lo entendí, en un momento así él se sacó, pero es entendible, es su hija. Me fui primero a la casa de una amiga y después hice dedo y un señor me llevó hasta Albardón. Allí estuve en lo de unos parientes. Lo que quiero que se sepa es que no estuve desaparecida, yo me fui, él me lo pidió y yo lo entendí", dijo la mujer.

A.F.G y A.I.D están juntos desde 1998. Tienen 4 hijos, de 20, 18, 13 y 9 años. Según él, en 2017 se radicó una denuncia contra su cuñado por presuntos abusos contra su hija mayor. "Pero que también ha abusado de mi segunda hija nadie lo sabía hasta que me llegó ese mensaje", afirmó.

Ahora bien, volviendo a la "desaparición", si ella se fue, ¿cómo se enteró la Policía? Según el hombre, "aparentemente algún familiar de ella avisó a la Policía que no estaba y ellos lo transforman en denuncia. Es obvio… ¿cómo voy a hacer la denuncia si yo sabía que se había ido a su pariente? Igual después la Policía me exigió firmar una denuncia por desaparición de persona".

¿Y ella no sabía que la estaban buscando? "La verdad que no, y tampoco que a él lo estaban acusando de homicidio. Cuando yo me fui dejé el celular en mi casa y allá nunca me enteré de nada, estaba incomunicada", aseguró A.I.D.

Ni siquiera ha existido ni una cachetada, ni una mirada mala. Y me trataron de asesino

La Policía comenzó a intervenir en el caso el 24 de diciembre. Desde entonces, A.F.G dijo que comenzó a vivir una pesadilla. "Decían que hasta yo la había asesinado (ella larga una carcajada). Ni siquiera ha existido una cachetada, ni una mirada mala. Lo único que le dije fue que se fuera de la casa porque las cosas estaban feas. Acá me han hecho tres allanamientos, hasta vinieron con los perros. En el fondo buscaban en el pozo negro, buscaban un cuerpo, decían que yo era el principal sospechoso. Yo les explicaba a los policías que estaba en lo del pariente, que era en vano lo que hacían. Le decía al comisario y al secretario del juez: "miren, está todo bien, yo ha ella no la he tocado. Acá ha habido un desacuerdo y yo le he pedido que se retire, ella no está desaparecida, vayan a buscarla a la casa del pariente". Pero no había caso. Al secretario del juez le dije que era un inútil y le pegué una cachetada. Por eso me tuvieron demorado. Si eso está bien o mal no me interesa, fue por la bronca. A mí hasta me quitaron los DNI de todos, mi documentación, hasta plata mía, más de $10.000. He pasado Navidad comiendo huevos fritos. Y en mi trabajo fui suspendido por todos los malos dichos que ha habido".

El hombre aseguró que recién "me hicieron caso una vez que yo ya me cansé y les pedí por favor que fueran hasta Albardón. Fue todo un circo lo que hicieron. Tuve que decirles que fueran y trajeran a mi mujer".

A.I.D fue hallada el 27 de diciembre, 20 días después de que se fue de la casa. Estaba en la zona albardonera de La Laja. "La Policía fue por la casa, golpeó la puerta y preguntó por mi nombre. Mis tíos les dijeron que sí estaba y yo salí, súper sorprendida… no sabía que me estaban buscando", sostiene ella. Fuentes policiales habían dicho que la mujer, una vez que fue encontrada, denunció a su pareja por agresiones. Ella lo negó. "Nunca lo denuncié a él, eso es mentira. Acá no hubo golpes, no hubo violencia, no hay ninguna denuncia en la Comisaría para la Mujer. La policía ha tomado para cualquier otro lado, hicieron un circo".

¿Qué pasó después? "Una vez que la encontraron vinieron acá y me dijeron que tenían una orden de exclusión de hogar, que me tenía que ir de la casa. Yo de leyes no sé, les dije que estaban re locos y agarré mis cosas y me fui. Apenas me he ido ella me llamó a la casa de mi hermano para que volviera. Y acá estamos", contó él y ella mostró una sonrisa cómplice.

A.F.G dijo que ahora tratarán de rehacer sus vidas normalmente, pero sabe que no será fácil. "No soy narco, ni sicario como han dicho, acá en el pueblo se dijo de todo. Esto nos ha perjudicado ante la sociedad, ahora estoy mal mirado… donde voy me miran mal, como diciendo: "ahí va el asesino". Pero bueno, como matrimonio estamos excelente, como siempre, con ganas de seguir juntos, totalmente enamorados", dice y apenas termina la frase la besa en la boca. Ella ríe y le pide al fotógrafo que capture ese momento. "Ya pasó todo, acá nos ves, juntitos", concluye.

Sobre los supuestos abusos, A.F.G dijo que "si la Justicia no hace nada ahí si voy a ser un asesino". El acusado actualmente está preso por otra causa, pero "en marzo cuando salga tengo programado matarlo a golpes porque ese tipo no merece otra cosa, ha abusado de mis dos hijas y se merece lo peor", cerró, reluciendo su título de instructor de artes marciales.