Un descuido y la rápida percepción de una pasajera del micro, delataron la presencia del arma entre las ropas de un particular pasajero, un chico. De inmediato hubo un aviso disimulado al 911, mientras el colectivo seguía su curso. Como si nada, el jovencito se desparramó en uno de los asientos traseros. Y ni siquiera se movió cuando los uniformados del Comando Urbano, subieron (uno por la puerta delantera y otro por la trasera) y se fueron directo a detenerlo, pues sabían que algo prohibido ocultaba entre sus anchas ropas deportivas.

Instantes después confirmaron que tenía una pistola 9 mm con 6 cartuchos en el cargador y otro en la recámara, lo que comúnmente se denomina bala en boca. La sorpresa llegaría luego, cuando se pusieron a chequear la numeración de esa arma y descubrieron que era la que le habían robado a un policía, informaron ayer fuentes policiales.

Además del arma, los policías del Comando Urbano (los agentes Bravo y Figueroa) le hallaron al menor al menos dos teléfonos móviles, una cámara fotográfica y un alhajero con un anillo, un crucifijo y otros objetos, que habían sido robados por el joven, indicaron.

Todo pasó alrededor de las 6,40 de ayer. El micro en cuestión era un interno de la línea 14 que circulaba hacia el Oeste por Libertador. La unidad fue detenida por los uniformados antes de llegar a Hipólito Yrigoyen, en Desamparados, Capital.

El menor en cuestión resultó ser también conocido para los pesquisas, pues se trata de un chico con varias caídas por robo, que siempre queda en libertad porque es inimputable, es decir alguien que por ser menor de 16 años no puede ser castigado por más grave que sea el delito cometido, dijeron. Ayer, recordaron que fue el mismo que, días atrás, cayó con cosas robadas en el bar ‘Barcelona’ en Libertador y Ramón y Cajal, en Capital.