Complicados. De izquierda a derecha, Matías Exequiel Galleguillo (22), su padre Ricardo Galleguillo (48), Andrés Tomás Ocampo (36) y Ana Vanesa Roldán (34), jusgados desde ayer por tentativa de homicidio agravado contra Claudio Picón.

 

El 5 de octubre de 2015, en la madrugada, Claudio Picón habló con quien fue su pareja durante 5 años, Ana Vanesa Roldán (34), discutieron y la mujer al final lo citó para que hablaran en su casa en calle Laprida, entre San Juan y Mitre, en San Martín. Allí fue Picón alrededor de las 2, pero era una trampa: en la calle, cuando iba en moto, reconoció el auto de la nueva pareja de Roldán, Andrés Tomás Ocampo (36), escuchó un disparo, se volvió. Y entonces recibió otro en el abdomen que casi lo mató. Casi, porque se ocultó en unos parrales, llamó a su familia y los médicos lo salvaron. Fue el peor resultado para los del auto, la mayoría de los cuales empezaron ayer a ser juzgados en la Sala I de la Cámara Penal. Roldán no habló. Su entonces pareja, Ocampo, tampoco, pero antes había dicho que todo había sido un plan de ella. El mecánico Ricardo Ariel Galleguillo (48) no dijo nada ayer, pero cuando lo apresaron intentó desligarse. Su hijo Matías Exequiel Galleguillo (22) dijo que su papá se abrazó esa vez como si conociera a Ocampo cuando lo fue a buscar a Rawson y no dudó en señalar a su papá como quien se puso una capucha y disparó a Picón, previa indicación de Roldán cuando lo vieron en la moto. Es más, dijo que, ya preso, su tía le comentó de un policía amigo de la familia que les ofreció “limpiar las huellas” del revólver, con tal de que lo hicieran aparecer en la escena del ataque. Su versión contrasta con la de una testigo que lo señala junto a su padre y otro sujeto, como lo tres que bajaron a atacar a Picón.