Mendoza.- “La banda de los sanjuaninos”, así conocen en la vecina provincia a los estafadores locales que se dedican a las estafas virtuales y que tienen contra la cuerda a los investigadores mendocinos.

El modus operandi nunca se sale de libreto: se basa en encontrar alguien a quien engañar, hacerle creer que un pariente está internado en San Juan y que necesita dinero para costear una operación. El golpe se remata cuando el estafado viaja, donde “secretarios” de los médicos que asisten al pariente enfermo se quedan con su dinero.

Los timadores son hábiles: juegan con la desesperación de sus víctimas y los enroscan de tal manera que no dan posibilidad de duda y hasta les ruegan que no avisen al resto de la familia “para no preocupar”.

Pese a la cantidad de denuncias que existen (tipificadas todas como estafas), la Justicia no ha podido dar con ellos. El problema es que casi no dejan pistas: usan varios chips por golpe (que compran por 10 pesos en cualquier quiosco, por lo que no tienen un dueño registrado en las empresas de telefonía) y luego los desechan. Además, son varios los que ponen la voz pero pocos dan la cara: solo se dejan ver un taxista que pasa a buscar el dinero o traslada a la víctima a San Juan y los falsos ayudantes del médico.

Un gran problema es bajo qué jurisdicción queda la investigación: a algunas víctimas las mandan desde San Juan a denunciar a Mendoza, donde comenzó el delito, y a otras, al revés.

Los últimos golpes

El 26 de enero el sereno de una finca de Guaymallén recibió un llamado supuestamente de su hijo taxista. Le dijo que “había tenido un accidente grave y que estaba en San Juan, internado”, contaron allegados al estafado.

En pocas horas, el trabajador rural ya estaba en la ciudad de San Juan donde le entregó 7 mil pesos a dos sujetos que se estaban ‘encargando’ de su hijo. También arreglaron para que la mañana siguiente fueran al banco, a sacar más dinero. Pero para cuando amaneció, el engaño ya se había descubierto y los estafadores se quedaron sin la otra parte del botín.

El domingo 13 de este mes, una mujer de 72 años que vive en Las Heras también fue víctima de esta banda. La llamó un hombre que dijo ser su hijo más chico y que estaba internado en el Hospital Guillermo Rawson. Le hizo creer que tenía problemas en la vesícula y que necesitaba que viajara urgente con dinero.

La mujer tenía 7 mil pesos que cargó en su bolso y cuando quiso acordar en la puerta de su casa ya la esperaba un taxi (ella no había llamado a ninguno) en el que emprendió el viaje. Luego se juntó con una supuesta secretaria de un médico y le dio la plata y anillos. El engaño se desentrañó rápido cuando se comunicó con su familia y el taxista y la víctima fueron a parar a la policía: la mujer para denunciar lo ocurrido y el conductor porque quedó preso, sospechado de ser cómplice de la “banda”.

De la última tima conocida fueron víctimas una pareja de jubilados que vive en Guaymallén. El martes por la madrugada los llamó su ‘hijo’ y les dijo que iba en una ambulancia a San Juan por problemas de apéndice y que en el Central no lo habían recibido porque “estaba colapsado”. El matrimonio viajó en su auto particular con 70 mil pesos que le entregaron a la secretaria del médico que atendía al enfermo.

Como en el resto de los casos, poco después descubrieron que habían sido engañados.

Fuente: Los Andes