Sacaron unos chocolates de un placar y se los comieron. Después, la mitad de un flan que estaba en una heladera y dejaron sobre la bandeja los cubiertos que usaron. Y encima, conectaron el horno eléctrico y calentaron un lomo. ‘Es una burla lo que hicieron’, decía ayer indignado Mauro Ontivero sobre el saqueo que tuvo como blanco la casa que habita junto a su familia en el barrio Frondizi, Capital. Los malvivientes sacaron un aire acondicionado del frente de la vivienda y se colaron por el hueco. Adentro, revisaron a sus anchas las habitaciones y mientras comían esos alimentos robaron $50.200, U$S1.000 ($14.500 al cambio oficial de ayer), joyas, 2 tapados de piel, ropa y una PC all in one.
Ontivero contó que el robo ocurrió entre las 17.30 y las 20 del jueves pasado. Sus padres estaban de viaje en Buenos Aires, él estaba trabajando y sus hermanos se habían ido. ‘Germán, mi hermano mayor, no estaba; mi hermana Milagros había llevado a nuestra hermanita al médico. Mi cuñado también salió. Una vecina nos contó que tipo 18.30 vio en la puerta a 3 tipos en un Peugeot 505’, dijo Mauro.
Aparentemente, esos sujetos eran los ladrones y lo primero que hicieron fue empujar hacia el interior un aire acondicionado que está instalado cerca de la puerta principal. El aparato cayó y los delincuentes ingresaron por el hueco. Adentro, al parecer, le pegaron al perro de la familia y después revisaron cada rincón. ‘El más perjudicado fue Germán. A él le robaron ropa nueva y $50.000 que había sacado para comprar unas cosas del trabajo. A mi hermana le comieron unos chocolates que trajo de un viaje y a mis padres le sacaron los tapados y U$S1.000. Se podrían haber llevado más cosas. De hecho dejaron una mochila con un estéreo, una tablet y otras cosas. Pero se lastimaron tratando de abrir la puerta y mancharon con sangre todo el piso’, explicó Ontivero.

