Tal como reza el dicho: "fue por lana y salió trasquilado". Ni más ni menos fue lo que pasó ayer en la mañana con un delincuente que fue asaltar una panadería en Rivadavia y terminó recibiendo una paliza de su víctima y en un calabozo. El ladrón apresado tiene solo 15 años. Su cómplice alcanzó a escapar a toda carrera con algo de dinero.
Los dos ladrones entraron a las 10:15 de ayer a una pequeña panadería situada en Comandante Cabot, en barrio Jardín Policial, Rivadavia. Llegaron preguntado por el precio de las facturas y pidieron media docena. Maximiliano Linares, el dueño, se agachó en ese momento para embolsar las masas y le apoyaron el revólver en la cabeza. "En eso sentí el frío del caño del arma sobre mi cabeza, ahí me di cuenta que era un asalto…", describió.
Todo fue muy rápido. Mientras Linares estaba paralizado, el otro ladrón -que no llevaba arma- se fue por un costado para manotear la computadora portátil del comerciante que estaba en un pequeño mostrador donde funciona la caja. "Ni lo pensé. Me abalancé sobre él y empecé a empujarlo. Quería llegar hasta la puerta para cerrarla y dejarlos encerrados", relató. En el forcejeo, el delincuente que estaba armado metió la mano en la caja y sacó los alrededor de 350 pesos de la recaudación.
Linares seguía luchando con el segundo ladrón. En ese interín, los empujó a ambos y uno de ellos rompió el vidrio de la puerta. El comerciante estaba enardecido y los ladrones se vieron en desventaja. Lo primero que hicieron fue abrir la puerta y atinar a correr hacia el Oeste por Cabot. Tan nerviosos estaban que se olvidaron de las dos bicicletas que habían dejado apoyadas en la puerta del negocio. El ladrón que iba armado corrió espantado. El otro fue alcanzado por el comerciante, que a la fuerza le hizo largar la notebook. Se trenzaron en el piso, hasta que el delincuente logró zafar y corrió al Este. Linares igual no lo dejó huir y lo volvió a agarrar para tirarlo al suelo hasta que lo redujo. Otros vecinos después lo ayudaron a sujetarlo. "Soltame. Soltame.. ¡Dejame que tengo hijos…!", decía cobardemente el ladrón, a punto de llorar porque también recibió su merecido.
A los minutos llegaron los policías de la Seccional 28va., que trasladaron al ladrón y secuestraron las dos bicicletas. El detenido es un adolescente de 15 años que tenía pedido de captura desde diciembre pasado por dispararle a otra persona. Hasta anoche seguían buscando al otro asaltante.