La vida de "El Beto" Alejandro Nelson Ortíz siempre estuvo ligada a su pasión, el fútbol. Con 14 años debutó en 1988 en el Club Atlético Alianza y luego cruzó "el charco" para llegar al Atlético Madrileño, filial del club español Atlético de Madrid. Tras la aventura europea, regresó a San Juan para jugar en la B Nacional con el Verdinegro y desde allí, el 9, recorrió importantes clubes de Mendoza, Córdoba y Río Negro. Un tiempo después volvió a emigrar al país ibérico. Goleador elegante y fino, se retiró en 2005, dejando para siempre una huella dentro y fuera de las canchas locales e internacionales (ver página 25). Pero el retiro no apagó su pasión y siguió unido al deporte representando a muchos jugadores. Justamente ayer en la madrugada, cuando volvía de una reunión con otros empresarios por la venta de un futbolista, la tragedia sorprendió a quien fuera un ícono del fútbol local en la avenida de Circunvalación, en Capital. Tenía 37 años.

Fuentes policiales señalaron que "El Beto" circulaba en su auto a elevada velocidad sobre el anillo interno de la avenida. Cuando tomó una de las rampas de salida, perdió el control, mordió la banquina y se estrelló violentamente de costado contra una farola. El auto quedó destruido y en su interior, el empresario futbolístico yacía malherido. El auxilio llegó y lo trasladaron agonizando hasta el hospital Rawson. Diez minutos después de ingresar, el eximio delantero no pudo gambetear a la muerte y falleció.

En la policía no tenían en claro los motivos del accidente y no descartaban ninguna hipótesis, como la de una falla humana. Para Adolfo Ortíz, padre del empresario, el cansancio le jugó una mala pasada a su hijo. "Estaba cansado. Hace tres semanas que había regresado de España y ayer en la mañana (por el jueves) había vuelto de Buenos Aires. Allí se había reunido con unos empresarios mexicanos con los que negociaba la incorporación de un chico sanjuanino a Boca Juniors. Calculo que se durmió y por eso eso chocó", especuló con la voz quebrada el hombre.

El jueves en la noche, Alejandro salió de la casa que compartía con su padre en Rawson, con el objetivo de reunirse con otros empresarios porteños que llegaron ese día para "conversar" el pase de uno de sus representados, contó Adolfo Ortíz.

Antes de la cita, el ex futbolista llevó a uno de sus hijos a la casa de su ex pareja. En la vuelta a casa fue donde la tragedia lo sorprendió.

A las 5:30, Ortíz circulaba al Este por el anillo externo de la Circunvalación a bordo de su Chevrolet Corsa. Cuando giró por la peligrosa rampa que da a calle Urquiza, sufrió el tremendo accidente. Muchos vecinos de la zona aseguraron que en ese lugar es común que los automovilistas se vayan al pasto o choquen descontroladamente contra el guardarrail por el exceso de velocidad que traen al descender por ese brazo.

Lo concreto es que el ex futbolista mordió la banquina y el vehículo se puso de costado, estrellándose violentamente contra la farola y del lado del conductor. El auto quedó deformado por el impacto y adentro, "El Beto" Ortíz daba sus últimas bocanadas de aire, comentaron las fuentes.

Eran las 5:50 cuando una ambulancia ingresó al hospital Rawson con el ex deportista, quien había sufrido severos golpes en su cuerpo, dijeron en la policía. Diez minutos después, a las 6, Alejandro Ortíz dejó de existir.