El escándalo y la bronca interna que dejó en los altos mandos policiales la fuga de tres presos en la Seccional 2da de Capital el último domingo en la tarde, generó la ‘irrevocable’ decisión de clausurar y cerrar con ladrillos la puerta de chapa que forzaron para poder escapar, dijeron ayer fuentes policiales.
Esa puerta está en un pasillo por el que transitan los presos en hora de recreo. Y conecta con un depósito que no tiene techo y da a los fondos de la comisaría. Desde el depósito, se puede saltar a un patio interno y llegar a una medianera, el último obstáculo hacia libertad.
Ayer, la misma Policía corrigió que los presos que fugaron fueron tres y no dos: Sebastián Alfredo Velázquez (23) que cayó por asaltar un colectivero y balear en un chaleco antibalas a un policía. Y dos compañeros de causa por portación de arma y resistencia a la autoridad, Angelo Leonel Cuello (18) y un menor de 17 años que fue entregado por sus padres tras la fuga, que fue innecesaria pues un juez había ordenado liberarlo, dijeron.
Ayer, antes de la 1, policías de Robos y Hurtos recapturaron a Velázquez en el barrio Jorge Avelín, Rivadavia. Y anoche Cuello era buscado intensamente en la zona de Chimbas.

