El fiscal de Cámara en lo Penal, José Eduardo Mallea, pidió a la Corte de Justicia anular el fallo, "por inmotivado, antojadizo y arbitrario", que el 6 de mayo pasado absolvió por mayoría y con el beneficio de la duda al sospechoso de matar de un tiro durante un frustrado robo al comerciante Mauricio Tello, el 29 de junio de 2008 en Rawson, dijeron fuentes judiciales. Mallea pidió también que luego de resolver a su favor, se vuelva a detener a ese sujeto, Juan Marcelo "El Gringo" Leiva (28), liberado en medio de la indignación de los familiares de Tello el día del veredicto absolutorio de los jueces Héctor Fili y Ricardo Alfredo Conte Grand.
Ese día, el otro miembro de la Sala III de la Cámara Penal, Eugenio Barbera, había votado por condenar a 29 años de cárcel a Leiva aunque por un homicidio en ocasión en robo, y no por homicidio agravado como pedía el fiscal y el abogado de la familia, el defensor oficial Mario Vega, quienes solicitaban perpetua. Mallea y Vega entendieron que Leiva mató por despecho a Tello al no poder cometer el asalto con otro cómplice dentro de esa carnicería de Alvear y Doctor Ortega, y otro más que los esperaba afuera, en moto. Ambos cómplices, nunca fueron localizados.
También Vega consideró arbitraria la sentencia de la mayoría de los jueces y realizó el mismo planteo que Mallea, dijeron fuentes judiciales.
"El fallo no sólo carece de una debida y adecuada fundamentación sino que, además, es contradictorio en sus propias argumentaciones, por lo que debe concluirse que no es más que el resultado de una decisión antojadiza y caprichosa de la mayoría del tribunal sentenciante en cuanto a la selección y valoración de algunos elementos de prueba colectados", asegura Mallea en su escrito, además de resaltar que los mismos jueces omitieron considerar otras pruebas claves que hubieran conducido a otro resultado, la condena de Leiva.
Cuando fallaron, los magistrados hasta trataron de "mentirosos" a la esposa, Karina Marambio, y al hermano de la víctima, Abel Palacios. Y consideraron veraces los testimonios de los dos clientes que estaban en la carnicería cuando ocurrió el crimen, porque uno de esos testigos refirió la existencia de un cuchillo en poder de Tello y un forcejeo con el asaltante antes del disparo.
Los familiares de Tello en cambio habían dicho que la víctima no forcejeó ni tenía ningún cuchillo o que el disparo fue por la espalda (en realidad fue de frente). Y aunque ambos reconocieron en fotos a Leiva (previamente Palacios sindicó a otros dos), en Tribunales sólo Palacios lo señaló e incluso dijo que se había afeitado la barba candado que tenía, punto que fue reforzado por el informe de un médico forense.
Sin embargo, el tribunal dio por probada la mecánica de los hechos descripta por los clientes, cuestionaron el reconocimiento de Palacios, al considerarlo contaminado de "subjetividad", y calificaron de ambiguo el informe del forense.
Para Mallea no hay fundamentos o son contradictorios los que dieron para desacreditar como testigos válidos a los familiares, pues entiende que siempre se mantuvieron en sus dichos y que si cometieron falso testimonio debieron ser investigados y el tribunal no lo ordenó. También cuestionó la calificación de falsedad de los jueces, porque -asegura- debe hacerse con relación a los dichos de un mismo testigo y no a la luz de otros testimonios, en este caso los clientes quienes -según el fiscal- también se contradijeron sin que el tribunal diga por qué no consideró mendaces sus relatos.
Mallea volvió a remarcar que Leiva mintió cuando dijo que no conocía Rawson (de 32 causas registró 28 detenciones, una en Rawson), o que no usaba barba porque tiene alergia al pelo (hay registros que lo describen con barba tupida) y que se afeitó para que no lo reconocieran.
Al pedir la revisión, la sentencia a favor de Leiva aún no está firme.
