La fiscal que investiga el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes a la salida de un boliche de la ciudad de Villa Gesell en enero pasado, pidió hoy que sean sometidos a juicio los ocho rugbiers detenidos por el hecho, y dispuso el sobreseimiento de otros dos que se encontraban en libertad, informaron fuentes de la investigación.
El pedido fue formulado por la fiscal Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Villa Gesell, ante el juez de Garantías David Mancinelli, a un día de que se cumplan diez meses del crimen y de que venciera el plazo para hacerlo.
Zamboni solicitó que los ocho rugbiers que cumplen prisión preventiva por el hecho en la alcaidía 3 del penal de Melchor Romero, en La Plata, sean juzgados por el delito de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", que contempla como pena la prisión perpetua.
Por el crimen se encuentran detenidos Máximo Thomsen (20), Ciro Pertosi (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21), todos ellos considerados coautores del delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".
Además, están acusados como "participe necesario" Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (19), quienes fueron excarcelados.
El hecho ocurrió la madrugada del 18 de enero último en pleno centro de la localidad turística, frente al boliche Le Brique, donde Báez Sosa y dos de sus amigos comenzaron a ser golpeados por un grupo de jóvenes.
Fernando recibió golpes y patadas en la cabeza que le provocaron la muerte antes de que pudiera ser atendido por médicos, mientras que sus agresores huyeron.
El episodio quedó registrado en distintas cámaras de seguridad y en teléfonos celulares de otras personas que se hallaban en la zona, por lo que los sospechosos fueron identificados y detenidos horas más tarde en la casa que alquilaban, a pocas cuadras del lugar del crimen.
Un vocero con acceso al expediente explicó que el rostro de Báez Sosa "tenía dos improntas: una no se pudo establecer porque era muy chiquita y, la otra, se estableció que coincide con unas zapatillas Cyclone secuestradas y que coinciden con el pie de Thomsen".
Las fuentes dijeron que si bien este dato surgido de los estudios periciales es de suma relevancia en la causa, aclararon que eso no significa que esa haya sido la "patada mortal" o la que produjo la muerte de Fernando.
"La Justicia siempre sostuvo al valorar el caso que se trató de una coautoría funcional, lo que significa que todos los acusados hicieron un aporte indispensable y que cada uno de esos aportes llevó al resultado muerte, al homicidio. No hubo una sola patada mortal sino que todos los golpes fueron mortales", expresó otro vocero vinculado a la causa al referirse a la responsabilidad de los ocho rugbiers detenidos.
Las pericias scopométricas sobre los calzados de los rugbiers habían comenzado el pasado 29 de mayo y tenía como objetivo cotejar las huellas de las zapatillas secuestradas en la vivienda que los acusados alquilaban en Villa Gesell especialmente con una impronta hallada en la cara de Báez Sosa.
Para poder completar el peritaje, la fiscal Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 gesellina, ordenó la toma de nuevas huellas plantares de los ocho rugbiers detenidos en la Alcaidía de Melchor Romero, para determinar el tipo de pisada y precisar cuál de ellos es el dueño del calzado que impactó la cara de la víctima.