A tres días del choque que costó la vida a un abogado en la ruta provincial 155, el mismo tramo volvió a ser escenario de otro accidente. Esta vez no fue por la imprudencia de algún conductor, sino por el mal estado del pavimento que provocó una rotura en el eje delantero de una camioneta e hizo que cayeran a un desagüe de 4 metros.
Por poco no fue una tragedia, pero igual José Luis Yañez (30) y su prima Mónica Ochoa (32) se llevaron un gran susto ayer a las 8 de la mañana en esa zona de Rawson. Ambos viajaban en una camioneta Chevrolet. "Cuando vimos para abajo, dije: allá vamos. Pensé que a ésta no la sacábamos barata", dijo que la mujer, quien acompañaba a Yañez hasta el Hospital Rawson para visitar a la esposa de éste, que había sido operada el día anterior.
El accidente sucedió sobre la ruta provincial 155, entre las calles Labrador y Alfonso XIII, en Rawson. Fue a 150 metros al Oeste, de donde chocaron el auto Peugeot 307, la ambulancia de Medicart y el jeep Suzuki Maruti en el martes último en horas de la siesta. Ese siniestro cobró la vida del abogado Hugo Alfredo Cánovas. El mismo día de la tragedia, Medardo Ruiz y su familia -que viven en esa zona- casualmente salieron a pedir que reparen la ruta, dado el peligro latente de los accidentes a raíz del deterioro y el hundimiento del pavimento.
Según pudo constatar DIARIO DE CUYO, los problemas son en algunos tramos y a ambos carriles de la ruta. La revinición hizo que el terreno cediera, ocasionando se formen algunos baches o pronunciadas ondulaciones, siendo un karma para los automovilistas y peor aún para los motociclistas y ciclistas.
Justamente ésto tuvo mucho que ver en el accidente de ayer. Yañez relató que cuando iba por ese tramo, su camioneta comenzó a dar saltos y después perdió la dirección. "La ruta está fea y me terminó rompiendo la camioneta. Empezó a rebotar hasta que se me clavó y se fue arrastrando. Cuando se me terminó la calle, pasé de largo. Quise volver asfalto y no reaccionó", explicó el conductor. Aparentemente sucedió que se le rompió la rotula de la rueda derecha o algo del eje delantero, ocasionando que quedara sin dirección. Por suerte no iba rápido, y no se atravesó de carril, caso contrario podría haber chocado contra otro vehículo. De todos modos la camioneta siguió peligrosamente su recorrido y se precipitó de punta entre los cañaverales y al fondo de un canal de 4 metros de profundidad. Yañez pudo salir ileso por su ventanilla y lo siguió su prima Mónica, aunque ella tenía algunos raspones en las piernas.