El descuido de un joven casi terminó ayer a las 11 en un desastre en una casa del Bº Meglioli, Rivadavia. Según Ángel Páez, su hijo vive en el fondo y antes de irse, dejó encendida una estufa y eso provocó un incendio que destruyó el aparato, una cama, un ropero, una mesa y una silla.
