El ex intendente de Santa Lucía y ex senador nacional por el Partido Justicialista (PJ), Luis Martinazzo (60), protagonizó en la madrugada de ayer una segunda maniobra de alto riesgo contra delincuentes para evitar que se salieran con la suya. En marzo del año pasado terminó estrellado con su auto contra un árbol, al intentar chocar a dos motochorros cerca de su casa en Santa Lucía (ver recuadro). Y ayer, otra vez usó su vehículo con bocinazos y cambios de luz contra tres ladrones que, a punta de arma, asaltaban a su esposa en el portón de ingreso a su casa en el barrio Cooperativa Villa María, dijeron distintas fuentes ligadas a la investigación.

Fue una decisión que por poco no terminó en algo más grave, porque los ladrones desistieron de asaltar y huyeron sólo con el teléfono y las llaves del auto de la mujer, pero antes de marcharse uno de los delincuentes giró y lanzó un disparo que se incrustó en la puerta trasera izquierda del vehículo que conducía la señora del político, precisaron.

Martinazzo pidió ayer no hacer declaraciones sobre el ataque. Pero voceros del caso aseguraron que en su familia estaban ‘conmovidos por la inseguridad’ y por ser una vez más blanco de los ladrones.

El hecho ocurrió alrededor de las 4 de ayer. Fuentes del caso aseguran que a esa hora la mujer del ex funcionario que en las últimas elecciones compitió por la intendencia de Santa Lucía, fuera del PJ, llegaba de trabajar en un negocio familiar en un auto Mercedes Benz. Y que un problema con el portón eléctrico del garaje, la obligó a bajarse.

Fue ahí -precisaron- que aparecieron tres delincuentes armados que la encañonaron y la obligaron a arrojarse al piso: ‘no tengo nada‘, les habría dicho la víctima, y entonces los ladrones le sacaron un celular y las llaves del auto. En ese momento apareció Martinazzo en otro vehículo, se acercó, los encandiló y trató de distraerlos y llamar la atención de sus vecinos a los bocinazos, dijeron las fuentes.

Y la maniobra surtió efecto: los ladrones desistieron de seguir con el asalto pero antes de correr hacia el auto en el que, al parecer, los esperaba un cuarto cómplice, lanzaron un disparo que, por suerte, dio en el vehículo.

En la Policía creían ayer que los delincuentes pudieron haber seguido a la mujer al verla sola.