En la primera hora del 6 de octubre pasado, Sergio Contreras (43) perdió la vida a causa de las múltiples fracturas y otras graves lesiones sufridas el día previo, sobre las 11, cuando pisó una placa de fibra de vidrio traslúcido del techo de una institución histórica del básquet local, el Club Atlético Urquiza. Y luego de una corta lucha por aferrarse a algo, pasó de largo: recorrió en caída libre 9,5 metros hasta estrellarse violentamente contra el piso y quedó sentenciado. Ahora, cinco meses después de aquella tragedia, Fiscalía concluyó que la culpa la tuvo la propia víctima por no tomar los recaudos de seguridad necesarios, más aún cuando era encargado en la obra y había sido capacitado para saber que esas tareas en altura deben realizarse con una "línea de vida", un cable de acero que hubiera impedido el fatal desenlace.

Llegar a esa conclusión fue clave para que el coordinador de la UFI de Delitos Especiales que comandó esa investigación, Iván Grassi, considere que Fernando Di Stéfano, el ingeniero responsable de la empresa que realizaba las obras en el estadio, sea desligado con un sobreseimiento, dijeron fuentes judiciales.

"En puridad, puede colegirse que Contreras asumió el riesgo de trabajar en altura, sin observar las reglas de seguridad básicas para las cuales había sido capacitado, en su carácter de encargado de la obra", dijo el fiscal Grassi en su dictamen.

Y agregó: "En ese orden de ideas, entiendo que no existe conducta reprochable penalmente a De Stéfano, que si bien es cierto era contractualmente el responsable de la obra, en modo alguno tuvo dominio del hecho disvalioso, ni produjo un incremento en el riesgo imputable en el resultado, creando un peligro no permitido y/o realizara un aporte en el nexo causal que fuera determinante con el fallecimiento de Sergio Contreras".

Según Fiscalía, "tampoco pudo acreditarse que supiera o no si estaba puesta la línea de vida, ni mucho menos que le haya exigido a Contreras, que subiera al techo a realizar tareas sin dicho elemento de seguridad".

Di Stéfano había empezado a ser investigado como presunto autor del homicidio culposo de su encargado, Contreras, el pasado 16 de noviembre. Pero Fiscalía considera ahora que, al menos penalmente, nada tuvo que ver con la tragedia, luego de recabar testimonios de los demás obreros y el de un ingeniero que realizaba las inspecciones y ya había constatado fallas, como la ausencia de la "línea de vida", informándolas al propio Contreras y a Di Stéfano.

La familia de la víctima ya pidió que otro fiscal revise la decisión de Grassi, porque entienden que Di Stéfano sí es responsable. Aún pueden reclamar en la Justicia Civil y Laboral, indicaron.