Eran las 2 de ayer cuando los pesquisas de la Brigada Sur irrumpieron con la orden que les dio minutos antes el juez de Instrucción Guillermo Adárvez, en la casa de Jorge Sarruff en calle Paraguay frente al Concepción Patín Club, barrio Mallea, Capital. Y entonces las cosas empezaron a complicarse para ese sujeto: porque en su vivienda estaba todo lo que había comprado en un comercio de Rawson con cuatro cheques (por unos 24.000 pesos), dos de ellos robados a una mujer en un arrebato ocurrido en los primeros días de marzo pasado, en Capital. Y porque luego se supo que Sarruff era el mismo sujeto cuya captura era pedida desde el año pasado en el Quinto Juzgado de Instrucción, por un fraude similar con cheques (sin fondos y extraviados), contra un frigorífico por un monto mucho mayor: al menos 800.000 pesos, en complicidad con al menos dos sujetos más (Ver aparte), dijeron fuentes judiciales.

Habían sido los responsables del comercio ‘MyB Hogar’ situado en España y República del Líbano, Rawson, los que denunciaron la fraudulenta maniobra con los cheques luego de que les rechazaran dos de esos valores por más de 10.000 pesos en el banco Patagonia, dijeron fuentes policiales.

Ahí se supo que esos dos cheques habían sido sustraídos a una mujer en un robo callejero en Capital, y ayer no descartaban que también sean robados otros dos del Banco San Juan presentados para cubrir los 24.000 pesos de la compra realizada en dos tandas, en marzo.

En la Policía aseguran que Sarruf se hizo pasar por Eduardo Herrera cuando llegó a la casa de electrodomésticos, y que fingió ser representante de una empresa que estaba por radicarse en la provincia.

La primera parte del fraude salió bien, porque con esos valores consiguió una heladera, un televisor LCD, una cocina, un centro musical, una cámara fotográfica, ollas, sartenes, mesas, sillas, banquetas plegables, una licuadora, una juguera y una cafetera.

El único punto flaco de la maniobra fue el modo de borrar evidencias, porque apenas se pusieron a investigar, los policías de la Brigada Sur dirigidos por los oficiales Jorge González y Vicente Alvarez, se toparon con el fletero que les indicó donde vivía el sospechoso. Y fue su fin.