Un médico fue detenido ayer en la mañana por pedido de Fiscalía, sospechado de cometer un abuso sexual que, a priori, significó para la víctima un grave ultraje porque no sólo se trató de besos y manoseos, sino de maniobras humillantes y degradantes, que afectaron su dignidad. Si bien esa es la principal hipótesis, del otro lado, el del principal sospechoso Andrés Navarro, intentarían instalar la idea de que no hubo tal ataque gratuito sino algo más cercano a un consentimiento, indicaron fuentes judiciales.
El hecho en cuestión ocurrió sobre las 21,20 del pasado 20 de abril en el centro sanitario CEAC de Mitre casi Sarmiento, en Capital. La mujer denunció que ese día llegó a pedir atención médica por problemas de presión baja y arritmia. Que la atendió Navarro y recomendó internación con aplicación de suero para estabilizarla. Y que cuando ese efecto se consiguió y ella se disponía a marcharse ocurrió lo inesperado: el profesional le sacó y se sacó el barbijo y la besó, ella se resistió empujándolo y la volvió a besar. Y luego de otro empujón le metió la mano en la entrepierna y concluyó con un beso en uno de sus senos. Al otro día -según los voceros- la llamó para disculparse y pedirle que no hiciera la denuncia "para no tener problemas".
Esos fueron los tramos salientes de la denuncia realizada en el Cavig el pasado 23 de abril. A partir de ese momento, se motorizaron una serie de medidas (allanamientos, secuestro de teléfonos, historia clínica, videos de seguridad, entre otras) que concluyeron con la detención el médico.