Los ataques eran recurrentes: siempre las mismas víctimas, parejas de estudiantes. Siempre en la misma hora: entre las 20 y la medianoche. Siempre en el mismo escenario: un descampado apostado detrás de la escuela nocturna Arancibia, en inmediaciones de la ruta 270 y avenida De los Ríos, Caucete. En los últimos 15 días, al menos cuatro parejas habían sufrido los embates de dos asaltantes que, a punta de arma, los reducían para robarles siempre las mismas cosas: las zapatillas, el poco dinero que tuvieran, sus celulares.

Pero tanto insistir con la misma maniobra al final resultó ser un factor que jugó en contra, porque con el paso de los días parecieron relajarse y así empezaron a atacar con sus rostros al descubierto. Y ese detalle fue clave para que una víctima los reconociera y los pesquisas al mando del comisario Antonio Pastrán (comisaría 9na. de Caucete), pusieran tras las rejas a uno de los sospechosos, un sujeto de apellido Reynoso, de 18 años y múltiples ingresos a la comisaría por delitos contra la propiedad, dijeron fuentes policiales.