Lo conocían desde que tenía 6 años. Era amigo de la familia y también pariente político. Por eso ese joven de 24 años, de apellido Cruz, era considerado uno más de la casa. Así era recibido y atendido cada vez que iba de visita. Como el último domingo, cuando llegó a la siesta con su novia y, entre copas con los hijos de los dueños de casa, pasó las horas hasta que llegó el momento de cenar. Sabedor de las reglas de convivencia, como no fumar adentro, anunció que salía afuera a consumir ‘un pucho’. En ese momento la jefa de hogar calentaba la comida y se ponía a buscar a uno de sus tres hijos, un jovencito de 17 años con síndrome de Down. Lo llamó más de una vez hasta que le llamó la atención que no respondiera a sus llamados. Salió de su casa, para el lado de la calle, y nada. Entonces volvió sobre sus pasos y enfiló hacia el fondo. Y ahí se llevó una sorpresa mayúscula: su hijo con los pantalones bajos y también su pariente, en pleno intento de someter sexualmente al chico.

Era alrededor de las 23.30 del domingo cuando el escándalo estalló en esa casa de un barrio de Rawson. Shockeada al principio, furiosa después, la mujer encaró con preguntas a ese joven y luego pasó a un franco ataque a golpes, indignada. Mientras su hijo corría llorando al interior de la casa y todos intentaban descifrar qué había pasado, el sospechoso huyó a toda carrera.

Entonces las cosas pasaron a ser asunto policial. La mujer dio aviso a la Fuerza mientras entrevistaba a su hijo para saber qué le había pasado. El jovencito alcanzó a decirle que lo habían manoseado, pero minutos después enfilaron hacia el médico legista para sacarse la amarga duda y ahí se quedaron un poco más tranquilos: el niño no había sido violado, confirmó ayer la mujer, no mencionada para preservar la identidad de la víctima.

La suerte del sospecho para ese momento quedaba sellada, porque enseguida fue capturado por la Policía y trasladado a la subcomisaría del barrio Ansilta. Allí, informalmente, habría admitido su responsabilidad: ‘no sé lo que se me cruzó por la cabeza’, dijo. Una versión similar había intentado darle a la madre del chico cuando lo sorprendieron.

‘Lo conozco desde que tenía 6 años, es pariente político nuestro y uno más en mi casa, la verdad que no entiendo por qué nos hizo esto’, dijo ayer la madre de la víctima.