Una banda familiar dedicada a falsificar dólares fue desbaratada a través de múltiples allanamientos en diferentes provincias. La organización tenía base en Mar del Plata, pero movía los billetes truchos por todo el país, a través de encomiendas postales.
En Mendoza hubo una medida judicial, debido a que era una de las ciudades a las que destinaban el papel moneda apócrifo.
A través de los procedimientos, se logró la captura de los principales integrantes de la gavilla, incautaron las máquinas y herramientas utilizadas para la impresión de los billetes y vehículos utilizados por los sospechosos.
La información sostiene que la investigación fue desarrollada por la División Falsificación de la Moneda de la Policía Federal Argentina (PFA), luego de que dos hombres cayeron cuando intentaban vender dólares falsos en Neuquén.
En ese operativo, a los detectives les llamó la atención la gran calidad de los billetes, ya que resultaba casi imposible detectar que no eran reales, por lo que se profundizó sobre el origen de los mismos.
Además, se estableció que esos mismos dólares eran ofrecidos a casas de cambio o a particulares que deseaban ahorrar, por lo que podía haber numerosos damnificados.
A raíz de las averiguaciones, se estableció que el proveedor residía en Mar del Plata, motivo por el que tomó intervención el Juzgado Federal Nº 3 de esa ciudad balnearia, a cargo del juez Santiago Inchausti.
Una vez que la pesquisa avanzó y se recolectaron importantes pruebas mediante tareas de campo en distintas localidades del país, las autoridades federales identificaron como imprentero a un sujeto apodado el Fantasma.
Este hombre es experto en distintas técnicas de impresión, tales como offset, inkjet, serigrafía y tipográfica. Además, contaba con un frondoso prontuario y había sido investigado y hasta condenado en 1998 y en 2008 por el mismo delito de falsificación de moneda extrajera.
El principal sospechoso actúa junto a su hermano, quien hace las veces de financista y proveedor de insumos de la organización. A la vez, los hijos de ambos se encargan de la distribución de los billetes apócrifos.
Para eso, realizaban envíos de encomiendas, que simulaban ser correspondencias epistolares, a las provincias de Mendoza, Córdoba y Formosa.
Lo cierto es que, se allanó una propiedad rural de la familia, la cual estaba rodeada de árboles y contaba con circuito de cámaras de vigilancia que monitoreaban todo el perímetro, con el fin de contrarrestar algún tipo de operación policial en el lugar.
Pese a eso la fuerza federal pudo irrumpir sorpresivamente en ese predio y se concretó la detención de los pilares de la gavilla. Además, secuestraron maquinaria e insumos para la impresión de billetes
Además, incautaron varios dólares falsificados y hasta cuatro vehículos que era utilizados por la banda para las distintas tareas operativas.
Por su parte, otras medidas se desarrollaron en Mendoza, más precisamente en Ciudad, y en otra localidad de la provincia de Buenos Aires.