El rancho en medio del campo permanece cerrado y casi abandonado. Sus animales sueltos y la mula que solía montar sin las herraduras. Y lo que más intriga es que lejos de ahí encontraron manchas de sangre y en otro sitio su billetera junto a un poco de mercadería que aparentemente llevaba. Esos son todos los rastros que había hasta ayer del criador de ganado que tiene su puesto a 105 kilómetros del centro de Angaco y del que hace 4 meses no se sabe nada. Su hermana sospecha que lo asesinaron por el robo de ganado. La policía comenzó ayer con los rastrillajes y un helicóptero sobrevoló la zona Sur de Angaco, pero no dan con él.
La última vez que vieron a Daniel Ruarte (55) fue a mediados de abril. Había quedado en "bajar" a Angaco el 15 de mayo a buscar mercadería y a traer dos vacas que le habían encargado, pero nunca apareció. Con el correr de los meses, llamó la atención que no diera señales. La semana pasada, un sobrino suyo se internó por las quebradas y llegó a su rancho en el paraje Agua Brava, detrás de las Sierras de Pie de Palo. "Ese sobrino vio que todo estaba cerrado, como abandonado de hace tiempo. Ahí cerca encontró a la mula que mi hermano montaba siempre. Por las huellas, el animal volvió solo sobre sus rastros a la casa, pero no sabemos qué pasó con él. Lo extraño es que a la mula le sacaron las herraduras y no tiene el aparo. Algo malo le sucedió a mi hermano, no puede desaparecer así nomás", comentó Juana Ferreyra, una de los siete hermanos que tiene Ruarte.
A partir de los rastros que dejó el animal, y que siguió la familia de Ruarte y otros baquianos, llegaron a la conclusión de que el puestero salió rumbo al Sureste, como en dirección a Bermejo, Caucete. Otro dato que remarcó la familia es que supuestamente detectaron huellas de animales vacunos, además de un caballo y otra mula que podrían ser de personas ajenas. Todo eso los lleva a pensar que posiblemente le robaron animales en el campo y que el puestero salió a buscarlos, pero algo le ocurrió en ese trayecto.
Y esto tiene sustento en el hecho que siguiendo los rastros que habría tomado el baquiano, hallaron restos de una fogata y yerba seca en un lugar que aparentemente usó de parada de descanso. Más adelante, en la llamada Quebrada de Lima, dieron con un poco de mercadería y la billetera de Ruarte, como si los hubiera dejado para volver a buscarlos, afirmó su hermana. Más lejos todavía, a 60 kilómetros del puesto, encontraron manchas de sangre.
"Nosotros tememos que hayan matado a mi hermano. Está claro que salió como campeando los animales y que los siguió, pero la mula volvió sola, sin el apero y las herraduras. Ya pasó mucho tiempo. Y él conocía bien el campo, no se puede haber perdido. Para mí, le robaron animales y él fue detrás de los ladrones. Nunca andaba armado. A lo mejor lo han agarraron y lo dejaron por ahí", señaló Juana Ferreyra.
Los policías de la Seccional 20ma. de Angaco y el Grupo Geras de Infantería junto a familiares de Ruarte salieron ayer a recorrer el camino que solía hacer el puestero y rastrillaron las zonas donde detectaron indicios de su presencia, pero hasta anoche no tenían nada concreto. El helicóptero de la Gobernación con un policía, un perito y un baquiano también lo buscaron desde el aire y descendieron en el sitio donde hallaron las manchas de sangre para tomar muestras y llevarlas a analizar, comentó el comisario inspector Roberto Elizondo, de Infantería. Lo que quieren es confirmar si es sangre humana o de animal.

