Por decisión judicial, el padre de la bebé presuntamente zamarreada fue excluido de su hogar y le prohibieron acercarse a su pareja y a la criatura, confirmaron fuentes del caso.
Desde la UFI Cavig solicitaron esas medidas cautelares, que fueron concedidas por la jueza de Garantías Gema Guerrero. Las mismas son por un plazo de 90 días, aunque luego desde Fiscalía podrán pedir su prórroga si lo consideran necesario, explicaron los voceros.
El hombre es un efectivo de la Policía de San Juan (no identificado para preservar la integridad de la bebé), mientras que su pareja también es integrante de la Fuerza.
La investigación se disparó luego de que la pequeña de 2 años ingresara al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson. Iba con su madre, quien dijo en ese momento que había tenido una especie de desvanecimiento repentino. En la cabecita de la pequeña no había ninguna marca que sugiriera que un golpe. Y luego una tomografía arrojó que presentaba un pequeño derrame cerebral.
Los médicos de inmediato dieron intervención judicial, puesto que comprobaron que su cuadro era compatible con lo que se conoce como síndrome de zamarreo o síndrome del bebé sacudido.
En la UFI Cavig, con el fiscal Ignacio Achem al frente (coordinado por el fiscal Roberto Ginsberg), iniciaron averiguaciones para saber si esa lesión fue producto de algún tipo de maltrato. Y hoy consiguieron dos medidas que pidieron a la jueza Guerrero: que el padre sea sacado del hogar y la prohibición de acercamiento, tanto a la bebé como a su madre.
¿El hombre es sospechoso? Fuentes judiciales señalaron que la investigación es prematura y que por el momento no descartan nada. La buena noticia es que la pequeña está mejorando (sigue internada) y que su vida ya no corre peligro, indicaron. Por lo pronto continuará en observación.
Los pesquisas ahora seguirán trabajando en la producción de elementos probatorios y, en caso de descubrir la presunta comisión de un delito, la causa puede tener algún imputado.