Era una siesta de trabajo más, pero la tranquilidad se cortó violentamente cuando al menos tres sujetos sigilosamente pasaron el portón de ingreso y se metieron al galpón empuñando armas de fuego. En el camino se toparon primero con un empleado, a quien con amenazas y a los empujones lo obligaron a que los condujera hasta donde estaba el propietario del negocio.
De esa manera llegaron a la oficina del jefe, a quien después de tomarlo por sorpresa lo redujeron para poder sustraer con tranquilidad unos $400.000 en efectivo y alrededor de $1.000.000 en cheques que también estaban en ese lugar, dijeron fuentes policiales.
Los investigadores creen que los ladrones sabían de la existencia de ese dinero en ese lugar.
El golpe ocurrió alrededor de las 16 del pasado jueves, en el local de venta de insumos "Gálvez", ubicado en Calvento al 3891, en la Villa Ballester, Rawson.
Una vez que tuvieron el botín en sus manos, los delincuentes ataron con alambre a las dos víctimas y huyeron.
Para los pesquisas la investigación arrancó complicada pues -dijeron- los datos que pudieron aportar desde la parte damnificada no ayudaban mucho. Los ladrones actuaron con capuchas y lentes de sol, por lo que casi que no pudieron ser reconocidos. Además, se desconoce en qué se movilizaban pues al parecer nadie vio cuando llegaron ni se fueron. En el lugar tampoco hay cámaras de seguridad.
No obstante, en la escena trabajaron efectivos de la División Criminalística, recolectando huellas y otras pistas que puedan conducir a los sospechosos. En la tarde de ayer, además, se apersonaron policías de la Brigada de Investigaciones Sur, quienes entrevistaron al comerciante, al empleado y a los vecinos, buscando posibles movimientos raros en las últimas horas. Voceros policiales aseguraron que no descartan que los malvivientes hayan tenido el dato de que el dueño del negocio tenía ese dinero allí.
El hombre ayer no quiso contar su versión a este diario.