La causa del caso Próvolo sigue avanzando y en cada paso salen a la luz detalles del horror que vivían los niños hipoacúsicos que pasaron por la institución de Luján de Cuyo.
Peritos recorrieron todas las instalaciones del establecimiento de la calle Boedo y analizaron hasta el lugar conocido como “la casita de Dios” , donde los chicos contaron que se cometían los abusos.
Los uniformados junto con los abogados querellantes abrieron las más de 200 habitaciones de la casa de techos verdes y encontraron pruebas que complican cada vez más a los acusados y a las docentes.
“Ayer secuestraron computadoras, discos compactos, papeles escritos a mano, un pen drive, cámaras de fotos viejas y pastillas anticonceptivas”, detalló el abogado querellante Sergio Salinas de Xumek.
La cámara de rollo coincidiría con los negativos de fotos que encontraron en un allanamiento anterior en una habitación en la que había un hueco en la pared y manchas de sangre. En una pieza contigua también se encontraron cadenas y toallas con sangre.
Según contó el abogado, en la habitación de José Luis Ojeda (41) se encontró un pen drive y una nota escrita a mano en la que da instrucciones para que arreglen el dispositivo. Esta nota cambiaría la situación del acusado porque a pesar de tener discapacidades auditivas y de habla demuestra se puede comunicar y dar órdenes sin problemas.
“En una de las habitaciones de la cuidadoras del sector de las niñas, que se supone se trata de una monja, había pastillas anticonceptivas”, comentó Salinas.
“También había cheques en blanco firmados por el cura Nicola Corradi que dan cuenta de la confianza que tenía con sus colaboradores”, agregó.
En cuanto a la documentación, encontraron una anotación de 2014 en la que una maestra le comenta a otra que una madre está enojada porque está cansada de que su hijo tanga “accidentes” en la escuela.
Además, en un libro de actas otra docente deja constancia de que un padre se fue a quejar al instituto y amenazó con hacer una denuncia. A lo que otra maestra contestó: “Si todavía no ha hecho la denuncia lo vamos a denunciar nosotros”.
Estos papeles secuestrados complican la situación de los docentes que al menos desde 2000 hasta la fecha nunca hicieron una denuncia contra la institución en Dirección General de Escuelas.
Aunque en al principio de hablaba de 25 víctimas, Salinas señaló que no se puede hablar de un número definido porque hay casos viejos y nuevos y que implican distintos tipos de abusos. “Pueden ser más de 30”, indicó.
Actualmente, el instituto está cerrado por orden de la DGE y los alumnos fueron reubicados en otras escuelas.
Por el caso hay cinco detenidos e imputados por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores”.
Dos son sacerdotes: Nicola Corradi (82), trasladado de Italia a la Argentina y que arrastra denuncias por violación y corrupción de menores desde hace 50 años y Horacio Corbacho (56), egresado del seminario en La Plata.
Los otros tres presos son el celador Luis Ojeda (50), también sordomudo, el asistente y monaguillo Jorge Bordón (55), y el jardinero Armando Gómez (46). Por ahora sigue prófuga la monja Kumiko Kosaka implicada en el caso por participación y complicidad en los abusos.
Fuente: Los Andes