Doña Jesús Carrizo salía de su casa dispuesta a llegar al almacén, cuando vio algo que sus ojos no hubieran querido: su vecinito, "El Colo" Lautaro Riveros (2 años) cruzaba la calle justo cuando circulaba una camioneta Rastrojero. "«Colo« no crucés", reiteró a gritos la mujer, pero el niño no la escuchó y avanzó. Y entonces la mujer, impotente, atestiguó una de las más terribles escenas de su vida: el niño, atropellado por el chofer de esa camioneta que luego del impacto siguió de largo y recién se vino a detener unos metros después, por los gritos de los vecinos: "Creía que había agarrado un perro", dijeron ayer en la casa de Sandra Riveros, familiar del pequeño en la Villa Santa Isabel, en Caucete.
"Evidentemente no lo vio, no había otro vehículo adelante ni ramas ni nada que entorpeciera su vista", dijo ayer Sandra, dolida.
El golpe de la camioneta que guiaba el mecánico Bladimir Balmaceda (58 años) en acompañado de un hijo adolescente, resultó letal para el nene que fue trasladado hasta el hospital departamental de Caucete, donde perdió la vida, dijeron en la policía.
Todo pasó alrededor de las 12,15 de ayer en calle Rioja, entre Pellegrini y Roque Sáenz Peña, frente a la casa de ese chico que iba a cumplir 3 años el próximo 23 de octubre. "El Colo" como le decían cariñosamente a Lautaro por su color de piel y sus cabello, era el menor de los siete hijos (el mayor tiene 16) que tuvieron Alberto Riveros (empleado municipal) y Ana Ramos, ayer destruídos por la terrible pérdida.
La versión de los familiares es que el niño se cruzó de golpe a buscar un juguete, cuando Balmaceda guiaba su camioneta hacia el Este por la misma arteria. Luego del impacto el mecánico debió ser trasladado en el acto con camioneta y todo a la comisaría 9na., donde ayer estaba detenido.
El niño pasó al hospital con sus padres y otro hermanito de unos 12 años que sufrió una crisis por su diabetes. Sin embargo, la suerte para el más pequeño estaba echada.

