Momentos de máxima tensión vivieron en la madrugada del pasado sábado tres serenos que se encargan de vigilar por las noches un barrio en construcción de La Bebida, en Rivadavia. Es que al menos dos delincuentes los sorprendieron y hasta los ataron para poder robar en un galpón donde las empresas que llevan adelante la obra guardan herramientas de valor y materiales de construcción, dijeron fuentes policiales.
El golpe ocurrió a eso de las 0.30, en el interior del nuevo barrio Conjunto I (en Pellegrini, al Norte de 5), que se encuentra en instancias finales para poder ser entregado.
Según lo que denunciaron los serenos (no dieron a conocer sus identidades, sí que tienen 28, 29 y 43 años) a la Policía, la tranquilidad de la noche se vio interrumpida cuando de la nada se les aparecieron delincuentes con los rostros parcialmente cubiertos. Ellos vieron a dos, pero no descartaban que hubiera otros participando en el plan delictivo.
Lo concreto es que los ladrones, que supuestamente no estaban armados, se les arreglaron para reducir a los guardias y después se dirigieron hacia el galpón que se utiliza como depósito. Allí forzaron unos candados y consiguieron entrar. Según indicaron los voceros, para "trabajar" más cómodos llevaron a la fuerza a los serenos hasta ese lugar, y allí los acostaron boca abajo, les ataron las manos con unos cables y les taparon las cabezas con trapos.
Y de esa manera tuvieron todo el tiempo y la tranquilidad del mundo para dar vuelta el depósito buscando lo que a ellos más les gustara. Ayer la Policía no tenía precisiones sobre lo que se terminaron robando, pues las empresas damnificadas todavía no iban a radicar la denuncia. Para eso primero tenían que revisar minuciosamente el galpón, para detectar qué es lo que les faltaba, una tarea difícil, teniendo en cuenta que se trata de un depósito bastante grande y en el que se guardan desde pequeños caños hasta costosas herramientas y materiales.
Lo que sí se sabe, según la denuncia, es que a los serenos les robaron sus celulares y a uno también le llevaron $4.000 en efectivo, informaron fuentes policiales.
Una vez que dejaron de escuchar ruidos, se desataron y llamaron a la Policía. A los minutos llegaron los efectivos de la seccional 34ta, desde donde luego dieron intervención a otras divisiones de investigación, como la Brigada Norte.
La investigación pinta difícil porque en la zona no hay cámaras de seguridad, y además los guardias no pudieron reconocer a los ladrones. Hasta ayer no había ningún sospechoso en la mira.