Un joven con múltiples caídas en la Policía, protagonizó con un cómplice un violento raid delictivo a última hora del lunes en Rawson. Según la Policía, el sujeto asaltó a un comerciante, le lastimó de un golpe con un arma la cabeza a un cliente para robarle su celular, la billetera con dinero y las llaves de su auto. Y cuando lo sorprendieron en la calle, intentó cubrir su fuga con 3 disparos, se metió a su casa y usó de escudo a una sobrinita. Cuando la madre de la nena se la arrebató de sus brazos, tiró el arma al piso y se atrincheró en la cocina de su casa con un cuchillo.

De allí no escapó: el oficial Omar Carrizo y el agente Mauro Martínez (Comando Radioeléctrico) lo apresaron allí y lo trasladaron con el arma y el botín a la Seccional 3ra, donde ya lo buscaban por otro asalto: uno perpetrado el día domingo en el barrio Bardiani, Capital, de donde había huido tras abandonar una caja registradora y una moto Motomel 110cc. robada, dijeron fuentes policiales.

El sospechoso es Federico Nicolás Acerbi (21) y suponen que actuó descontrolado por consumir drogas. Fue detenido en su casa de calle Cano entre Mendoza y General Acha, Rawson.

Todo pasó a las 23,30. A esa hora -dijeron- Acerbi empuñó un revólver calibre 22 y entró a un comercio de Cano y General Acha con un cómplice, Cristian Fernández Riboletti (19) quien hace poco salió del Penal. Al verlos, el comerciante huyó hacia el fondo de su local y por eso no pudieron robarle más que unos cigarrillos. El que no pudo escapar fue Jorge Antonio Ochi (38) quien salió herido en la cabeza al ser golpeado por Acerbi con el arma. Así, pudieron robarle su billetera con unos $1.300 y documentos, su celular y las llaves de su auto.

Las descripciones que aportó la víctima y otros testigos fueron claves para sorprender al particular dúo. Pero entonces surgió otra violenta reacción: Acerbi disparó tres veces antes de meterse a su casa; Fernández se quedó quieto y fue detenido en la vereda.

Adentro, Acerbi siguió apuntando con una sobrina en brazos usada de escudo. Y recién cuando la madre de la nena se la quitó, tiró el arma y se atrincheró en la cocina, pero igual cayó.