En la Policía dicen que las víctimas evitaron el atraco con un escape de película. Sucedió sobre las 11 de ayer sobre la ruta 40, entre las calles 10 y 11, en Pocito. A esa hora el geólogo peruano Alejandro Néstor González Calera (68 años) iba en taxi a tomar un avión en Mendoza, cuando cuatro sujetos encapuchados, con armas y en una 4×4, chocaron desde atrás el auto de alquiler con intenciones de hacerlos parar para asaltar al profesional. Según la Policía, la maniobra no resultó, porque el taxista Marcos Costella dio un trompo, fue a parar al carril de circulación contraria y, como quedó apuntando en el mismo sentido que traía, aceleró en contramano hasta tomar una calle hacia la zona poblada. Fue esa arriesgada decisión lo que hizo desistir del golpe a los asaltantes, que avanzaron algunos kilómetros más hacia el Sur hasta abandonar la camioneta Nissan Terra en la que andaban en calle 14, un poco más de un kilómetro al Este del cruce con la ruta 40.
El vehículo fue encontrado con la mayoría de las huellas borradas con un trapo húmedo. Así lo hallaron policías de la subcomisaría de Médano de Oro comandados por los oficiales Molina y Ochi. Ahí se supo que la camioneta había sido robada en Buenos Aires, y que se trataba de la misma banda que, el viernes a las 18, robó $40.000 de la firma Bodegas y Viñedos Portones del Pozo, a la altura del km 5 de la ruta 20, en Santa Lucía. Ese había sido un golpe a sangre fría, porque los cuatro delincuentes llegaron como si nada al predio de la firma, subieron hasta el primer piso donde estaba el encargado y, luego de encañonarlo, amenazarlo y atarlo, se fueron con el dinero y un celular saludando a las 8 personas que esperaban ser atendidos por el asaltado.
Ayer, los pesquisas estaban convencidos de que los delincuentes del atraco en Santa Lucía y los que intentaron asaltar al geólogo, son los mismos. Y, es más, creen que se trata de una banda local porque usaron capuchas para no ser reconocidos porque tienen antecedentes.

