’Se me cruzó, se me cruzó’, alcanzó a decir el taxista, asustado, luego de arrollar en su auto y lanzar por el aire a un ciclista que tras el impacto no tuvo ninguna escapatoria: el hombre cayó violentamente contra el asfalto y se destrozó la cabeza. ‘Sí, se te cruzó, pero pará no te vas’, le respondió una vecina que había visto la impresionante escena. Sin embargo Héctor Fabián Zabaleta Olivares (35) aceleró en el auto hasta que alguien le cruzó una camioneta unos metros más adelante. Y momentos después varios uniformados tuvieron que intervenir para salvarlo de un intento vecinal de hacer justicia por mano propia.

Todo pasó a las 16,30 de ayer en el cruce de Tucumán y Candelaria, en Concepción, Capital. A esa hora, ese hombre en bicicleta, Mario Antonio Flores (62 años) circulaba hacia el Sur por Tucumán, cuando giró al Este para meterse por Candelaria a su casa en el barrio homónimo. Estaba a unos 30 metros de llegar cuando lo embistió desde atrás Olivares en un Chevrolet Corsa de la firma ‘210 Satelital’. No pudo evitarlo a pesar de una brusca frenada.

Flores había quedado viudo unos 4 años atrás y vivía con los más chicos de sus 6 hijos, Flabia Gimena (29) y Mario Nicolás (26). Flabia, explicó ayer a este diario que su papá había salido en bicicleta antes de las 12 con la precisa misión de comprar algunas mercaderías para la casa y también a visitar algunos parientes.

El hombre volvía a su domicilio cuando encontró la muerte.

El caso es investigado en la seccional 2da. de Concepción, al mando del comisario inspector Jorge Ocampo.

En esa sede policial recababan pruebas para determinar si el siniestro ocurrió o no como lo relató el taxista (ayer detenido), y no descartaban ninguna hipótesis.

Según fuentes policiales, se hizo un dosaje de sangre para determinar niveles de alcohol en ambos involucrados. De todos modos, la principal hipótesis anoche es una falla humana fue el origen de la desgracia.