Matías estaba montado en una escalera y acomodaba mercadería para cerrar mientras conversaba con su primo Pedro, cuando aparecieron dos delincuentes, decididos. Con rostros cubiertos y ambos armados, les propinaron algunos golpes en la cabeza y el cuerpo con las armas, como para que no quedaran dudas de sus intenciones mientras los obligaban a tirarse al piso y no mirar.

Instantes después, mientras uno les apuntaba y vigilaba la puerta de ingreso que dejaron cerrada, el otro se llevaba lo que pudo hallar de valor: unos 4.000 pesos de la recaudación, una notebook, los teléfonos celulares y las billeteras de ambos primos.

Todo pasó minutos antes de las 21 en ‘Alimentos Cornejo’, una casa de venta de alimentos para animales que desde hace tres años opera en Larraín, metros al Oeste del cruce con Abraham Tapia, en Trinidad, Capital.

‘Uno tenía un revólver, el otro una pistola pequeña. Con esas armas nos golpearon en la cabeza y el cuerpo para que les diéramos la plata y lo que teníamos. Menos mal que no me hicieron nada más, porque uno de ellos me pedía las llaves del auto, yo le dije que no se las iba a dar y no insistió’, dijo ayer Matías Cornejo, hijo de los dueños del local.

Según el joven, los delincuentes llegaron en auto y por eso en la Policía sospechan que, en realidad, los dos asaltantes pudieron atacar con el apoyo del conductor del vehículo.

‘Hace tres años que estamos acá y es la primera vez que nos roban así, pero no somos los únicos por acá: hace unos días les robaron a otros dos comerciantes. Por eso le pedimos a la Policía que hagan patrullajes por acá, sobre todo después de las 20 que es cuando deja de pasar gente a pie por las veredas’, dijo ayer el joven asaltado.