Las primeras víctimas fueron dos albañiles, que metían materiales por el portón cuando entraron tres desconocidos y los emboscaron por detrás. Así se abrieron paso esos ladrones armados con pistolas que ayer a las 10.30 tomaron el control de la casa de un oftalmólogo de Santa Lucía y terminaron maniatando a los dos obreros, a la empleada doméstica, a la hija del médico y a su amiga, a quien le pegaron en el rostro en medio del atraco. De una caja fuerte robaron 15.000 pesos en efectivo, joyas y cheques, además de tres equipos médicos valuados en cerca de 100.000 pesos y otros costosos artefactos. Fue el segundo asalto en una casa de familia en apenas 10 horas, ya que antes otra banda atacó un domicilio de Capital (ver Tres ladrones…).
Los ladrones contaban con datos de esa familia de calle Belgrano y avenida Hipólito Yrigoyen. De hecho, después que redujeron a los dos albañiles se toparon con la empleada y, creyendo que era la dueña de casa, le dijeron: ‘¿Donde está tu esposo? El doctor’, en referencia al médico Walter Rodríguez, el propietario, que a esa hora estaba trabajando, según fuentes policiales. Cuando se dieron cuenta que no era la dueña, la obligaron a arrojarse al suelo junto a los obreros. Los ladrones entonces subieron a la planta alta y a los sacudones despertaron a Victoria (22), la hija de Rodríguez, y a su amiga Magdalena (23), que dormían en una habitación, contó un investigador. A esta última chica le dieron una trompada como para intimidarla, dijeron.
La hija del dueño de casa fue llevada por distintos lugares de la casa para que entregara las cosas de valor e indicara dónde guardaban la plata. De esa forma dieron con una caja fuerte empotrada en un placard del dormitorio del médico. De ahí sacaron 15.000 pesos en efectivo, varias joyas y cheques por 150.000 pesos, revelaron las fuentes. De otro lugar tomaron tres aparatos médicos valuados en cerca de 100.000 pesos, también se llevaron una netbook, un iPhone, cinco celulares y un reloj, de acuerdo a lo denunciando por los damnificados, dijeron en la Policía. Las jóvenes como los empleados fueron maniatados y encerrados en un dormitorio mientras que los delincuentes huyeron con todo ese botín.

