Los ladrones entraron a la casa del chacarero Antonio Sánchez, en el corazón de Villa Aberastain, en Pocito.

 

 

Habían pasado unos minutos de la 1 de ayer y en su quincho, Antonio Sánchez compartía un momento de distensión con otro hombre y dos mujeres, todos amigos. Fue en ese momento de privacidad hogareña que irrumpieron al menos cuatro delincuentes armados y con sus rostros cubiertos, obligando a todos a trasladarse al interior de la casa situada Aberastain y Santa Cruz, en el corazón de la Villa Aberastain, en Pocito, dijeron fuentes policiales.

Lo que siguió fue la mantenida y fuerte exigencia de no resistirse y entregar las cosas de valor, como sus teléfonos celulares y el dinero que llevaban encima. Pero en el caso del dueño de casa, el énfasis de la banda fue mayor, pues a él lo obligaron a entregar el dinero que tenía guardado en un lugar especial de la vivienda.

Según la Policía fueron unos 190.000 pesos que Sánchez guardaba fruto de varias operaciones comerciales.

"Todo fue rápido", graficó un jefe policial que conoce el caso, pues Sánchez no hizo declaraciones a este diario sobre el violento episodio que sufrió con sus amigos.

Cuando creyeron terminada su misión, los ladrones ataron de pies y manos a las víctimas (con precintos y cordones de zapatillas) y las dejaron encerradas en un baño de la casa, indicaron. Luego cargaron todo en el Fiat Siena del amigo de Sánchez y huyeron del lugar. El vehículo fue localizado instantes después cerca de la casa, en inmediaciones de callejón Yáñez y Roger Balet.

Analizan las cámaras de seguridad en busca de pistas.