Un ladrón que aprovechó que la puerta de una casa estaba abierta para entrar y quitarles los celulares a dos menores fue condenado a 3 años y 2 meses de prisión de cumplimiento efectivo por ser reincidente. Su nombre es Kevin Ariel Cortez, castigado en Flagrancia por el delito de robo agravado por escalamiento, dijeron fuentes judiciales.

El hecho ocurrió durante la madrugada de este domingo, a eso de las 2.15, en un domicilio de Rivadavia. La mujer que hizo la denuncia dijo que se encontraba durmiendo en una habitación junto a su hija de tres meses y que en otra pieza contigua estaban sus otros dos hijos de 16 y 5 años jugando con dos teléfonos celulares, uno un Samsung A11 y el otro un Samsung A12.

Según el relato de la mujer, en un momento dado escuchó gritos de sus hijos. Saliendo del dormitorio se dirigió a la habitación y su hijo de 16 años le dijo que un hombre vestido de bermuda negra y remera negra había entrado a la habitación y le había golpeado el brazo para sacarle el celular, y que a su hermana le había arrebatado también el aparato. Y que luego se había ido por la puerta del fondo (la cual se encontraba abierta) y había trepado la pared medianera, saltando al fondo de su vecina.

La mujer llamó a su esposo, que no estaba en ese momento en el domicilio, y salió a la calle en búsqueda del delincuente. Llegó a la esquina de Rivadavia y Güemes y observó a una persona de bermuda negra y remera negra caminando en forma sospechosa hacia el Este. En esos momentos llegó el marido y su otro hijo de 18 años, quienes procedieron a perseguir al sospechoso, quien intentó huir por calle Río Bamba hacía el Sur, siendo alcanzado metros antes de República del Líbano.

El hombre con su hijo increparon al sujeto para que le devolviera los celulares. El sospechoso en un momento les exhibió los teléfonos y se produjo un forcejeo con intercambio de golpes de puño, logrando el padre de los menores recuperar los teléfonos.

Ante esa situación salieron muchos vecinos, quienes al intervenir en la agresión, el sospechoso emprendió la huida hacía el Sur. Pero no llegó muy lejos, pues un móvil policial lo interceptó en Hernández y República del Líbano y lo detuvo.