Un joven fue procesado ayer por aprovecharse de una joven que estaba alcoholizada, a la que llevó por la fuerza a su casa y la sometió salvajemente. La chica es amiga de una vecina del barrio del ahora acusado y volvía de divertirse toda la noche. Lo increíble es que el sujeto supuestamente ultrajó a la víctima en el fondo de su vivienda y también en su dormitorio mientras sus padres estaban dentro de la misma propiedad.

El caso fue contado por DIARIO DE CUYO en julio último y el acusado es Gastón De la Vega, de 27 años, quien fue detenido el mismo día del hecho, la mañana del día 23 de ese mes. Si bien no se conoció la resolución judicial, se supo que ayer el juez del Cuarto Juzgado de Instrucción, Martín Heredia Zaldo, procesó con prisión preventiva a De la Vega por abuso sexual con acceso carnal.

La víctima, de 26 años, es sanjuanina pero reside en Córdoba y había vuelto a la provincia el viernes 22 de julio para participar del cumpleaños del padre de su amiga, en el Bº Buenaventura Luna, Rawson. ‘Nosotros la conocemos (por la víctima) desde hace 10 años y cada vez que venía se quedaba en nuestra casa’, relató la mamá de la amiga.

La noche de ese día, la joven y su amiga estuvieron en el domicilio de otra chica. Como la primera de ellas quería salir a bailar, y las otras estaban cansadas, decidió irse sola a un boliche donde tenía que encontrarse con otra gente. La joven tomó por demás en ese local y después siguió bebiendo en otro lugar. Al amanecer, decidió regresar a Rawson y tomó un remís. A poco de bajarse de ese auto y a metros de la casa de su amiga, supuestamente fue atacada por el acusado, según la Policía.

Era tal su borrachera que no se acuerda cómo empezó todo. Sí recuerda que la tenían boca abajo en la galería de una casa y que fue violada de forma reiterada. Aseguró que gritaba, pero el hombre la amenazaba con matarla. Después la llevaron a un dormitorio, donde la volvieron a someter. La chica dijo que a través de una puerta entreabierta vio pasar a una mujer mayor, fue entonces que el abusador cerró la puerta y subió el volumen de la TV. Sus gritos y llantos, hizo que alguien de la casa le gritara a De la Vega para que la soltara. Después de eso, la joven escapó. Para entonces, ella ya había reconocido al agresor y no era otro que el vecino de su amiga. En esa casa hallaron su celular.