Dos hombres fueron detenidos esta madrugada acusados de haber cometido el asalto al premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel en su vivienda del partido de San Isidro el jueves pasado. Según fuentes policiales, los dos aprehendidos poseen antecedentes penales y ambos recuperaron la libertad hace pocos meses, tras cumplir condenas por delitos de robo.

Las capturas se produjeron gracias a que se intervino las cámaras de seguridad de la zona y a través de la revisión de las imágenes se identificó un Citroën C3 Aircross color negro que merodeaba por el lugar y del cual descendieron dos hombres de características similares a las descriptas por Pérez Esquivel tras el robo.

 

La Policía rastreó el domicilio del vehículo y realizó un allanamiento, donde capturó a dos hombres identificados como Sergio Enrique Vázquez (35) y Rubén Alberto Cuttiz (36). 

Los voceros indicaron, también, que en dicha vivienda se secuestraron un revólver Smith Wesson calibre 22 largo con seis cartuchos, un handy tipo chino para escuchar frecuencias policiales, la indumentaria utilizada en el robo a Pérez Esquivel y las condecoraciones internacionales que él había denunciado como sustraídas.
 

Además, los agentes incautaron teléfonos celulares, dinero en efectivo en pesos y dólares, el Citroën C3 Aircross y una camioneta Mercedes Benz que, según las pericias, habrían utilizado en otros hechos delictivos cometidos en la zona de San Isidro. El robo al presidente de la Comisión Provincial por la Memoria se produjo el jueves último cerca de las 14.30 en su vivienda, en el barrio de San Isidro, cuando su nieto salió a tirar la basura y los dos delincuentes lo interceptaron y lo trasladaron dentro de la casa.

Según explicó el mismo Pérez Esquivel tras el asalto, los ladrones "ataron de pies y manos" al joven y "lo llevaron a una habitación", donde "se quedaron a esperar" que llegara él. "Cuando llegamos nosotros, tomaron de rehén a mi señora y a mí me hicieron entrar el coche al garaje", relató, y agregó que a su mujer la llevaron a la misma habitación en la que estaba amordazado su nieto en el piso, la sentaron en una silla y también la ataron a una silla.

Relató, además, que lo "llevaron a buscar el dinero, las joyas y todos los objetos de valor", y que "se llevaron las condecoraciones" que recibió de distintos países, antes de escapar de la vivienda.