Mario Napoleón Sasso.

 

La noticia de la denuncia de abuso hacia su sobrino por parte de un sacerdote sanjuanino que provocó que sea apartado de su cargo en la Iglesia, generó conmoción este miércoles. Pero esta no es la primera vez que un cura de la provincia queda envuelto en un escándalo similar. En los últimos años hubo al menos dos hechos con características similares.

 

El primero de ellos se dio en la década del ’90 e involucró al padre Carlos Richard Ibáñez Morino, quien fue denunciado en por presuntos abusos contra jóvenes de barrios carenciados de Bell Ville, Paraguay. El hombre es nacido en Caucete y aún no fue llevado a juicio.

 

El segundo, tuvo como protagonista al padre Mario Napoleón Sasso.  El sacerdote fue denunciado en Buenos Aires por el abuso de cinco menores de edad y condenado en el 2007 por el Tribunal Oral Criminal Nº 1 de San Isidro, provincia de Buenos Aires, a 17 años de prisión.

 

El caso fue tan resonante que incluso es citado en la película Spotlight, que ganó el Oscar y repasa la investigación que llevó a cabo un equipo periodístico del diario The Boston Globe, sobre varios casos de curas abusadores en Estados Unidos y otros países. En esa cinta aparecen siete causas argentinas, entre ellas la del cura sanjuanino.

 

La denuncia que salió a la luz ahora fue realizada por los padres de un menor de 15 años, sobrino del cura apuntado, quienes dijeron que el religioso, que actualmente cumplía funciones como vicario en la parroquia de Angaco (se preserva la identidad por tratarse la víctima de un familiar directo), abusó sexualmente del menor. Ante tamaña acusación, el Arzobispado San Juan de Cuyo decidió separarlo hasta tanto se aclare la situación.