María Oliva Pécora (87) tenía problemas para caminar y una costumbre: ir hasta la pileta de cemento en el fondo de su casa de Capital y refrescarse a diario las piernas para aliviar un poco el dolor provocado por las várices. Y parece que esa costumbre terminó por costarle la vida a esa mujer. Ayer en la mañana, su hijo y una empleada doméstica no la encontraron dentro de la vivienda. Cuando la mujer fue a ver si ubicaba a su patrona por el fondo de la propiedad, se topó con la anciana flotando dentro de la pileta. A pesar de que la víctima fue rescatada del agua, cualquier esfuerzo por revertir el dramático cuadro fue inútil, informaron fuentes policiales.

Pécora fue encontrada sin vida ayer, alrededor de las 9, por su empleada cuando se presentó a trabajar en esa vivienda de calle Brasil 526 Oeste, entre Salta y Santiago del Estero, en Capital. Un vocero familiar comentó que la anciana usaba bastón para poder movilizarse y que vivía con uno de sus hijos, de 50 años, quien también padece una discapacidad motriz.

La versión policial es que la dueña de casa tenía por costumbre mojarse las piernas en la pileta para aliviar el dolor que las várices le provocaban en las extremidades. Al parecer, Pécora se levantó más temprano que su hijo y enfiló hacia el fondo, donde está la piscina. Allí, subió tres escalones, dejó a un lado su bastón, sus chinelas y, aparentemente, cuando trataba de refrescarse, cayó al agua y no pudo salir, dijeron en la Policía.

Más tarde, su hijo la buscó en la vivienda, pero al no encontrarla, le pidió ayuda a la empleada. Esa mujer fue quien halló y sacó de la pileta a la anciana. Pécora no reaccionaba. Cuando llegó la ambulancia, el médico constató que la víctima había fallecido, señalaron en la Policía.

Minutos después, varios familiares y vecinos de la anciana se acercaron por su domicilio para interiorizarse de lo sucedido.

Los efectivos de la Seccional 1ra y de Homicidios de la Brigada fueron hasta allí a inspeccionar el lugar y el cuerpo, para descartar cualquier tipo de sospecha, explicaron las fuentes. A simple vista, los uniformados no detectaron evidencias de un ataque en el cadáver, por lo que sospechaban que la anciana se precipitó al agua por accidente, informaron fuentes policiales.