Un camionero que ayer volvía de Albardón a su casa en Alto de Sierra, Santa Lucía, con su señora, sus cinco hijos y su suegra, perdió el control del Ford Cargo que conducía y protagonizó un accidente que puso los pelos de punta a más de uno y, por poco, no terminó en una terrible desgracia múltiple. Sucedió sobre las 20 de ayer, cuando el chofer transitaba de Norte a Sur por la avenida Rawson y antes de llegar al cruce con el puente de Circunvalación, en Concepción, Capital, atravesó el bulevar, se cruzó al carril de circulación contraria, volanteó para evitar los vehículos que se le venían de frente y finalmente se incrustó entre los guardarrails metálicos en el medio del puente.

Ese fue el punto más dramático del siniestro, pues la anciana pasó de largo con parabrisas y todo hasta estrellarse violentamente contra el asfalto, ante la impotencia de su hija Lorena Cabrera (37) que en vano intentó agarrarla, dijeron fuentes policiales. Los niños se salvaron porque venían en la cama del rodado, precisaron.
Según la Policía, quien sufrió las más graves consecuencias de ese siniestro fue María del Carmen Guardia, de 80 años y anoche internada en muy grave estado: la primera versión de los uniformados indicaba que sufrió fracturas en ambas piernas, serios traumatismos en el cuerpo y, lo peor, una grave lesión en su cabeza.
El chofer que protagonizó el grave accidente es Andrés Macías (38). Con él viajaban, además, sus hijos Oriana (15), Alan (14), Valentín (11), Elias (9) y Sebastián (7), quienes fueron auxiliados por los numerosos transeúntes que pasaban por el lugar. Anoche eran atendidos en el Hospital de Niños, aunque todos estaban fuera de peligro, indicaron.
Varios testigos y gente que se acercó al lugar intentaron atacar al chofer tras el choque. Y fue necesaria la intervención de la Policía para sacarlo del lugar y llevarlo a la Seccional 2da al mando del comisario Héctor Flores.
Una versión no confirmada, instalaba la sospecha de que Macías pudo haber conducido en estado de ebriedad, pero anoche la Policía realizaba pericias para ratificar o desechar ese dato.