Un sistema sin disyuntores (interruptores automáticos de corriente) pero con fusibles provistos de un filamento reforzado en lugar de uno más débil para que corte el flujo de electricidad en caso de cortocircuito o sobrecarga, o cables embutidos en mangueras comunes sobre el techo del edificio. Según fuentes de la investigación, esas fueron algunas de las principales fallas que detectaron peritos de Bomberos al revisar las instalaciones tras la muerte del alumno Fernando Reynoso (32) en la sala de la Asociación de Estudiantes del Departamento de Agrimensura de la Facultad de Ingeniería. Y como consideraron que eso representa un claro peligro de siniestro con riesgo de electrocución o de incendios, secuestraron los fusibles y pidieron la clausura del tablero general del sistema, petición que fue concedida en el acto por el juez de Faltas Enrique Mattar hasta que se resuelva el problema, dijeron las fuentes.

"Ordené la clausura del o los tableros que presenten peligro de electrocución e incendio hasta que el sistema sea restaurado como corresponde. Es una medida razonable con fundamento en el artículo 1ro. del Código de Faltas, donde se establece que la justicia de Faltas de la provincia intervendrá aun en lugares sometidos a jurisdicción nacional cuando la contravención cometida en esos lugares afecte intereses de la comunidad provincial", explicó el juez Mattar.

Enterado de la medida judicial, el rector de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) Benjamín Kuchen, admitió errores en el sistema de seguridad y ordenó resolver el problema en el acto y también una investigación interna. "En la universidad hay muchísimos edificios e infinidad de gente involucrada en su funcionamiento… y hay personas que actúan livianamente y contrarían las normas sobre las cosas que afectan a la seguridad", dijo ayer la máxima autoridad universitaria.

Y aunque no precisó a qué personas se refería, enseguida explicó que un Comité de Higiene y Seguridad ya se ha encargado de solucionar el problema específico en el edificio de Agrimensura (allí retomarán actividades el viernes tras un asueto de 3 días), y también una investigación administrativa para detectar a los responsables de haber prevenido cualquier desgracia.

El tema de los responsables de la seguridad del público en ese edificio era ayer otro punto polémico. Porque aún cuando todo indique que semejante problema jamás pudo ocurrir en una casa de estudios de alto prestigio en ingeniería (incluidas las carreras específicas en temas eléctricos) tampoco escapa a la mira de los investigadores los organismos de control externo.

El punto de la discordia es quien debía controlar. Algunos opinan que se debieron intervenir organismos como el municipio capitalino, Energía San Juan y otros relacionados en el control de la seguridad y la higiene en edificios públicos. "En Bomberos nunca pidieron ninguna autorización", dijo un alto jefe policial. Otros suponían que al ser un edificio nacional debían ser también organismos nacionales los encargados del control.