La Policía Federal allanó noche el domicilio que el español Carlos Fernández ocupaba en Rivadavia junto a su familia y donde fue detenido el pasado viernes tras permanecer 11 años prófugo de la justicia de su país. Según precisaron fuentes de la investigación, buscan determinar con qué documentación se movía el hombre en la Argentina.
Los uniformados secuestraron dos notebooks, tres tablets, una PC, un pendrive y documentación a nombre de Carlos Fernández, cabe recordar que en la provincia utilizaba como apellido Hernández para ocultar su verdadera identidad.
Sobre las espaldas del español, reconocido en la provincia por asesorar políticos, reposa el llamado caso Malaya. La causa desnudó un entramado de asociaciones que encubrieron actividades delictivas de cohecho, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias llevadas a cabo por empresarios, abogados y dirigentes del Ayuntamiento de Marbella (el órgano de gobierno y administración de los municipios españoles).
La investigación comenzó en 2005 y fue de tal magnitud que al momento del juicio, en 2010, hubo 86 imputados. Entre ellos había un centenar de abogados, tres exalcaldes, concejales y empresarios vinculados a los sectores de la construcción, los toros y el fútbol. La trama defraudó las arcas municipales hasta en 460 millones de euros, lo que dejó el ayuntamiento en quiebra, según revelaron los portales y medios de España. Fernández Gámez era concejal del Partido Andalucista y está bajo la sospecha de haber recibido 150 mil euros de un exasesor de Urbanismo que provenía de aportes de los empresarios, entre otras de la causas por defalco al Estado.