Los caminos rumbo a misiones laborales de un automovilista y un camionero, se cruzaron peligrosamente ayer bien temprano en la ruta nacional 40 antes del puente de Albardón. Y el resultado dejó un saldo favorable para tres personas, porque fueron a parar al hospital con heridas menores a pesar de lo impresionante de ese choque, pues el auto acabó con el frente destruido. Y el vehículo más pesado con dos ocupantes a bordo, de costado y atravesado en la ruta perdiendo gas oil.

El accidente ocurrió a las 8 de ayer, unos 200 metros al Norte del cruce con el puente de Albardón. Según fuentes policiales, a esa hora el chofer de un viejo camión Dodge sin carga de la ‘Ripiera Díaz’, circulaba hacia el Norte con un acompañante. En sentido contrario viajaba el dueño de un Chevrolet Corsa, radicado en Albardón, que usa su vehículo para hacerlo trabajar en la remisera ‘Sumampa’ (se supone que ayer iba a dejárselo a su chofer).

Ayer todo indicaba que este último conductor, Luis Avila (34) invadió el carril del camionero (creen que se durmió) y no le dejó ninguna chance de esquivarlo.

El mismo camionero, individualizado por la Policía como Jorge Luis Rivera (53 años, enfermo de diabetes) habría dicho que él circulaba despacio. Y que había visto al chofer del remís realizar un zigzagueo en la ruta, una corrección posterior del rumbo con un trazado recto en su dirección, y un final inesperado cuando se le vino encima de golpe.

En la Policía aseguran que el camionero intentó frenar y esquivarlo, pero el remís chocó su rueda delantera izquierda y enfiló derecho hasta estrellarse en las traseras, sacándolas de lugar junto con la manga del diferencial.

Ese fue el momento más peligroso del choque porque ese tramo del diferencial se clavó y dejó un surco en el asfalto, y tumbó al camión dejándolo de costado.

Según los pesquisas policiales, el factor suerte jugó un papel clave en el resultado de ese siniestro, porque el camionero circulaba a baja velocidad y eso fue fundamental para que el automovilista (que llevaba puesto el cinturón, dijeron) no terminara sufriendo consecuencias más graves.

El otro hecho afortunado fue que luego del choque ambos vehículos descontrolados no terminaron estrellándose contra otros conductores, ya que la zona es muy transitada.