Tres horas y media. En ese lapso, al menos dos ladrones aprovecharon para dar un importante golpe ayer en la mañana en una vivienda de Santa Lucía donde vive un repartidor de gaseosas con su hijo. Los delincuentes forzaron una puerta con una barreta y se metieron a la casa, lindante a una maderera. Adentro, revisaron de arriba a abajo las habitaciones donde ambos duermen. De una galería manotearon una costosa notebook y de la habitación del muchacho sacaron algo de dinero. Pero en la otra habitación, los delincuentes se toparon con un jugoso botín: unos 45.000 pesos, entre pesos y dólares. Ese dinero ahorrado estaba escondido en diferentes sectores. Era para edificar unos departamentos y para que la víctima, José Luis Cruchaga (53), viajara a Europa a conocer a una nieta. Tras el atraco, los ladrones tiraron la barreta en el fondo y huyeron, dijeron en la policía.

Con una bronca tremenda, Cruchaga comentó que ayer a las 8 salió en un camión a repartir gaseosas. Unos minutos después, se fue su hijo Martín (24) en otra movilidad de la casa que comparten en callejón Darío, metros al Sur de Buenos Aires, Santa Lucía.

Luego de terminar el reparto, a las 11.30, el joven regresó y abrió el portón. Ahí se dio cuenta de que algo andaba mal cuando una escalera que estaba allí apoyada, cayó al piso, contó el joven.

Cuando Martín ingresó a la vivienda, se topó con que su notebook no estaba, como tampoco los 800 pesos que tenía en su pieza. Minutos después, José Cruchaga llegó y constató que de su habitación sacaron 10.000 pesos en monedas de un peso que ahorraba desde hace 4 años y que tenía en una repisa en bolsas y en tarros. Otros 5.000 pesos que debía pagarles ayer a unos obreros de una finca, desaparecieron. Como también los 2.000 dólares que juntaba para ir a a España a fin de año para conocer a su segunda nieta. El resto del dinero sustraído estaba guardado en una mesa de luz y en un placard, contó al borde del llanto el damnificado.

"Es la primera vez que nos roban. La plata eran ahorros… pensaba construir unos departamentos acá al lado y viajar a conocer a mi nieta. Ahora estoy en menos diez…", se lamentó Cruchaga.