El juez Alberto Caballero condenó a dos de los tres exempleados de OSSE imputados en la causa por adulteración de agua potable, mientras que el restante fue absuelto.
Fabián Ovejero fue quien zafó, mientras que Alejandro Bustos recibió 3 años de prisión condicional (no va preso) y Víctor Godoy 8 meses de prisión de cumplimiento efectivo, debido a que ya tenía una condena en otra causa por violencia de género.
El fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales Iván Grassi había pedido 1 año para Godoy, mientras que para Bustos había solicitado el mismo monto aplicado por el magistrado. Respecto a Ovejero, la absolución también había sido planteada por él.
Hay que aclarar que a Godoy, castigado con 8 meses de cárcel, no le aplicaron prisión preventiva, por lo que -por lo pronto- continuará en libertad hasta que el fallo quede firme.
Las penas fueron impuestas al cabo de un juicio oral y público desarrollado en el Sistema Acusatorio. Ahora las defensas pueden reclamar ante un tribunal superior.
EL CASO
Los ahora tres exoperarios de OSSE fueron denunciados por el presidente de la empresa, Guillermo Sirerol. En su momento, el funcionario consideró el episodio como totalmente inusual y que nunca antes había ocurrido algo similar en la historia de la empresa. Es que toda el agua de consumo en el Gran San Juan, el 45 por ciento de toda la población de la provincia, quedó comprometida, lo que quedó en evidencia con los casi 200 reclamos que recibió la compañía en un día por usuarios que detectaron que el agua de consumo tenía "con color, olor y sabor feo".
Sobre la turbiedad, Grassi indicó que el equipo de la planta potabilizadora, que integraron Bustos, Godoy y Ovejero, debían realizar muestras de agua cada dos horas. Que la válvula que manipuló el primero se abrió a las 0.25 horas del día 6 de diciembre, y que se tomó una muestra a la 1 de la mañana. Se debió realizar otra muestra a las 3, la que no se hizo, y luego se tomó otra a las 5 de la mañana. La primera arrojó "un valor elevado de turbiedad, equivalente a 16 NTU (unidad en la que se mide la turbidez), cuando el máximo aceptado para el agua de producción es de 3 NTU". Dicho valor elevado "no figuró en la planilla de medición", aseguró el fiscal.
Además, OSSE llevó adelante análisis de laboratorio sobre distintos puntos del Gran San Juan, el que arrojó como resultado la presencia de bacterias (Pseudomonas aeruginosa y coliformes) las que, según el Código Alimentario, "deben estar ausente de agua potable", indicó Grassi.
Denuncias
200 Es la cantidad de llamados que recibió OSSE el 6 de diciembre por tubidez en el agua potable. Las denuncias se detectaron para todo el Gran San Juan.