Los posibles testigos dicen que no saben si el adolescente quiso desconectar la bomba, o solamente la tocó. De lo que no hay dudas es que el jovencito recibió una descarga electrica de esa máquina en la puerta de un lavadero de autos de Rawson, y eso fue lo último que hizo. Minutos más tarde, el chico llegó muerto al Hospital Rawson.
El fallecido tenía solo 15 años y fue identificado con las iniciales W.J.V., según la policía. En la Subcomisaría de Villa Hipódromo explicaron que el jovencito supuestamente iba a hacer changas de vez cuando a ese lavadero donde ayer encontró la muerte pasadas las 16. El negocio es propiedad de Ernesto Espina y está en la esquina de República del Líbano y Zapiola, en Villa Hipódromo, a pocas cuadras del domicilio del chico fallecido, explicaron en la policía.
Al momento del accidente no tenían ningún auto para lavar. La víctima estaba charlando con Maximiliano Morales -el encargado- y uno o dos jovencitos más en un pequeño galpón del lavadero, comentó la gente del lugar. La versión que dieron Morales y los demás a la policía fue que en un instante el adolescente se alejó. Supuestamente ahí se fue hasta la bomba de agua, que estaba colocada al borde de la cuneta y enchufada a un alargador. Es que el lavadero se abastecía con agua de riego.
Según la policía, Morales y los otros chicos aseguraron que no vieron cuando el adolescente recibió la corriente. Se dieron cuenta de lo sucedido cuando ya estaba tirado en la cuneta, arriba de la bomba, explicaron. El encargado fue corriendo y desenchufó el equipo. Minutos después, una ambulancia lo trasladó hasta el Hospital Rawson, pero el adolescente llegó muerto.
En la policía dijeron que la bomba era un artefacto muy viejo y la conexión electrica era precaria, de modo que pudo haber una fuga de corriente. Se sospecha que la víctima posiblemente quiso desconectar el aparato o se apoyó para destrancar la manguera y recibió la descarga eléctrica.

